Cerró la primera jornada del Europeo indoor la final del 4x400 metros mixto, lo que ya auguraba fiesta entre el público local, pues cerraba su cuarteto la plusmarquista mundial Femke Bol. Ganó Países Bajos (3:15.63, récord de los campeonatos), claro, pero en la pelea por las medallas estuvo España. 3:17.12 y nuevo récord de nacional, rozando un bronce que retuvo Gran Bretaña (3:16.49), superada a su vez por una Bélgica (3:16.19), que tiene en los relevos la espina dorsal de su atletismo.
Estuvieron fantásticos los nuestros, solventes en los cambios, con esa finura que pulen las frecuentes concentraciones del PNR (Plan Nacional de Relevos) y el talento de una generación única. Salió el primero Manuel Guijarro (47.20) y entregó cuarto a una Carmen Avilés (52.40) que ganó una posición antes de ceder el palo a Bernart Erta (espectacular con 45.70, el más rápido de su posta), quien cedió el turno en igual puesto a una Daniela Fra (51.82) que defendió el bronce virtual con el alma, aunque fue incapaz de evitar un desenlace final que dejó un sabor agridulce.
Ana Peleteiro pasa fácil a la final
La primera de los 36 componentes (19 mujeres, 17 hombres) de España Atletismo en medir el pulso del Omnisport fue la más laureada de todos: Ana Peleteiro. Oro hace seis años y plata cuatro atrás, la gallega se presentaba a la calificación de triple avalada por la mejor marca europea del año (14.33) tras sobreponerse a los problemas de rodilla que le asaltaron a principios de febrero. Para acceder a la final de esta noche (18:50) pedían un salto de 14 metros o estar entre las ocho mejores de las 18 contendientes. La discípula de Benjamin Campaoré (campeón de la disciplina al aire libre en 2014), se fue hasta los 13.92 en el primero de los tres intentos. Tras finalizar la ronda marchaba tercera, superada por la finesa Senni Salminen (14.02) y la gala Ilionis Guillaume (13.93), pero en su segundo intento la lógica se impuso y, pese a volver a dejarse muchos centímetros antes del despegue, aterrizó a 14.14. Clasificación asegurada y a descansar al hotel.

Suerte dispar del 1.500
Tras ella apareció en el óvalo Marina Martínez para disputar la primera de las tres semifinales de 1500 en la que, tras una carrera muy seria, dando la cara en posiciones cabeceras, acabó cuarta con 4:14.86. Pasaban las tres primeras de cada carrera (ninguna por tiempos), así que no estará en la final. Esther Guerrero, la más veterana del equipo (35 años), la que jamás ha caído en una ronda preliminar de un Europeo bajo techo (dos finales de 800 y otro par de ‘milqui’ la contemplan); no hizo una excepción y, tras vencer en la última 'semi' con 4:14.21, estará hoy en su quinta final (21.00 horas) con serias opciones de pelear por el podio.
No tardaron en aparecer en escena sus homólogos masculinos. El plusmarquista español y finalista olímpico de los 800 metros, Mohamed Attaoui, disputaba la segunda semifinal sobre unos 200 metros con amplias curvas y escuetas rectas que había dejado calientes la leyenda Jakob Ingebrigtsen (3:37.49, fácil y suelto, empleándose realmente en el último par de vueltas). El cántabro (subcampeón sub 23 al aire libre) ya no teme a nadie, tanto que tensó la carrera pasado el mil, ejerció de front runner sin complejos desafortunadamente, el alemán Robert Farken le superó sobre los mismos cuadros de meta y acabó cuarto con 3:42.55. Sólo dos centésimas le privaron de su primera final de 1500 en categoría absoluta

Pleno en el salto
Volvíamos al foso, esta vez con un solo salto, pues eran Jaime Guerra y Lester Lescay (estrenando la camiseta española) los encargados de representarnos en la calificación de longitud (pasaban a la final los que saltaran 8 metros o, en su defecto, los ocho primeros entre los 17 aspirantes). Lester culminó su primera tentativa en 7.72 (sexto al final de la ronda). Aerolíneas Guerra entró a tabla con tanta fe y velocidad que acabó metiéndose de lleno en zona prohibida: nulo. Cuando le tocó el turno de nuevo brincó 8.07 y se aseguró el pase por vía directa. En el último, Lester, que había firmado un nulo en su segunda tentativa, batió casi desde su casa y aun así toco arena en 7.81.
Se sufrió un poco esperando el pase a la final, pues solo un centímetro menos saltó el finlandés Kristian Pulli, el único que podía complicarle la tarde. Finalmente, todo fue bien y la pareja de saltadores estará presente en la final de esta noche a las 20.34 horas, algo que no sucedía desde hace 23 años, cuando Raúl Fernández y Yago Lamela fueron oro y plata en Viena 2002.
Quique Llopis impone su ley en las vallas
Las vallas son cosa seria en nuestro país, por eso la expectación era máxima ante las eliminatorias de los 60 metros obstáculos (pasaban a las semifinales de esta tarde a las 14.05 horas los tres primeros de cada una de las cuatro más los cuatro primeros tiempos). En la primera comparecía el coplusmarquista nacional Quique Llopis (7.48), subcampeón de Europa y cuarto olímpico en 110 metros. Todo lo hizo bien, un golpe en la mesa desde la salida eléctrica hasta el paso fluido por cada una de las cinco barreras. Victoria en 7.53 en su 13ª carrera del invierno de 2025 por debajo de 7.60; una regularidad de las que te cuelgan el cartel de favorito a todo. Su crono es el mejor de un español en un Europeo Indoor, superando los 7.57 de Orlando Ortega en Glasgow 2019.
En la tercera compareció un debutante, hombre de presente y futuro, Abel Jordán, quien en este campeonato afronta también el reto de los lisos (donde llega con la mejor marca europea de la temporada y plusmarquista europeo sub-23). Salió con desparpajo, sin amilanarse ante tipos que son doctores en la materia (entre ellos el vigente campeón, el suizo Jason Joseph) y no se descompuso al rozar la segunda valla. Cuarto con 7.65 (tercero de los tiempos que accedían a la siguiente ronda). Y en la última a otro finalista olímpico, campeón de Europa y bronce mundial al aire libre, Asier Martínez. Está recobrando su mejor nivel y lo demuestra prueba a prueba; segundo con 7.69 y sensación de control absoluto. Los tres, para sorpresa de nadie, siguen adelante (no sucedía desde 1988).