Después de un frío comienzo, con sendos nulos de los españoles, Lester Lescay y Jaime Guerra se auparon a la primera y tercera posición en su segundo salto con 8,12 y 8,06 metros, respectivamente. En medio se coló el joven italiano Mattia Furlani, con 8,10. Curioso que los tres fueran los únicos que midieron mal su batida en su estreno y que luego fueran los únicos, en su segundo intento, en superar la barrera de los ocho metros.
En el tercer salto, Guerra, que volvió a hacer nulo como Lescay, perdió temporalmente su sitio en el podio por un solo centímetro ante el portugués Gerson Baldé. Aún les quedaban a todos otras tres oportunidades en la competición. Nada cambió en el cuarto, pues Guerra volvió a pisar la tabla y Lescay, mermado físicamente y después de ver que sus rivales no le superaban, renunció al suyo.
En el quinto, el de Barcelona volvió a fallar haciendo nulo. Y el excubano, en su debut como español, a pesar de que Furlani se puso en cabeza con un salto de 8,12 (su segundo mejor era de 8,10 por los nulos de Lescay), decidió también renunciar para dejarlo todo para un último intento.
Comenzó la última ronda con todo abierto en la lucha por las medallas. Y con la sorpresa del búlgaro Bozhidar Saraboyukov, que pasó de último a primero con 8,13 metros.
Cuando le tocó a Aerolíneas Guerra... llegó el drama, pues en pleno vuelo se llevó la mano a su muslo izquierdo, donde ya tenía un aparatoso vendaje. Apunta a rotura de fibras y de las fuertes, pues tuvo que abandonar la pista en camilla, sin poder levantarse por sí solo del foso.

A pesar de ese mal cuerpo que se quedó a todos, aún había que finalizar la final de longitud, con tres atletas aún por realizar su último salto. Fue Gerson Baldé el que retomó la competición, pero no mejoró, por lo que Lescay se aseguró una medalla. El nuevo español, también con problemas físicos, prefirió no arriesgarse a una lesión más grave y se conformó con el bronce. La plata fue para Furlani, que no mejoró su mejor salto y el oro se lo llevó el citado Saraboyukov en un concurso falto de calidad, pero emocionante a más no poder.