Primer brasileño que corría esta carrera en Interlagos desde Felipe Massa en 2017, Bortoleto tuvo que abandonar apenas en la primera vuelta, al chocar después de un toque en una curva con el canadiense Lance Stroll (Aston-Martin).
"Es difícil, porque estaba en casa, en mi país, frente a mi familia. Seguro que es el peor día de mi vida, siendo bien sincero", declaró el novato de 21 años a los periodistas.
"Es parte del aprendizaje (...). Voy a continuar trabajando y, si Dios quiere, la próxima vez va a ser mejor", manifestó.
Bortoleto, que venía de ocupar el 10º puesto en el Gran Premio de México hace dos semanas y ha sumado en cinco carreras en su primera temporada en la F1, había recibido una enorme ovación del público.
"Los momentos difíciles que pasé en mi carrera han sido los momentos que me hicieron más fuerte como piloto", se consoló.
El brasileño evitó entrar en controversia con Lance pese al incidente.
"Me rompió el corazón"
"No voy a venir aquí a apuntar el dedo hacia él, hacia mí o hacia nadie", dijo.
"Iba a la par de Stroll, él llevaba neumáticos duros y tenía menos tracción (...). Yo estaba ahí. Él sabía que estaba por fuera (de la curva), pero siguió recto como si yo no estuviera. Me golpeó el alerón delantero con la rueda, me fui a la hierba y me estrellé contra el muro. No pude hacer nada", relató.
Gabriel había tenido un aparatoso accidente el sábado durante la carrera esprint y no pudo participar en la clasificación para el GP por los daños sufridos por su coche.
Este domingo, su compañero de equipo, el alemán Nico Hülkenberg, quedó en el noveno puesto.
"Me rompió el corazón que Gabi fuese empujado afuera en su primer gran premio en casa", dijo el jefe de Sauber, Jonathan Wheatley, en una nota de la escudería, aunque expresó "emociones mixtas" porque "Nico peleó brillantemente".
