Ni Australia ni China han sido sinónimo de tranquilidad para los piltos españoles. Los abandonos han estado a la orden del día. Los problemas técnicos, accidentes o fallos individuales son normales en el inicio del calendario. Sin embargo, regalar terreno a rivales tan fuertes como los McLaren, que lucen intratables y el siempre peligroso Max Verstappen es un error de cálculo que tarde o temprano pasará factura.
La factura, en especial para Aston Martin, se vuelve muy costosa. Los dos abandonos de Fernando Alonso, que alegó un problema de frenos sobre la vuelta cuatro del GP de China, son un fracaso enorme para la escudería británica. El humo alejó al AM25 de cualquier posibilidad en Asia. Anteriormente, en Australia, el asturiano tuvo un choque con los muros del Albert Park que ocasionó su salida de la prueba en la vuelta seis.
Si en Aston Martin llueve... en Williams no escampa. Carlos Sainz Jr inició con buenas sensaciones y tuvo una qualy y una pole cumplidoras en Australia. La carrera, desde otra perspectiva, fue un fiasco: el piloto español se fue contra un muro del circuito y abandonó la carrera.
La suerte tampoco acompañó a Sainz en la segunda prueba del año. En China, Sainz ocupó la 13º posición de la clasificación. Las descalificaciones de los dos Ferrari y de Pierre Gasly dejaron al español en la décima plaza, lo que le permite sumar un punto para el Mundial.
El español hasta hora pasa sin pena ni gloria por Williams. El punto a favor para los dos pilotos nacionales es el tiempo. Queda mucho mundial por delante y parece que este año (salvo los McLaren) el equilibrio tendrá más protagonismo que en las temporadas anteriores.