Centro de estadísticas del Barcelona-Zalgiris
Mira que estaban avisados los culés, que los lituanos salen con una intensidad tal que siempre ganan sus primeros cuartos. Siempre. Y a pesar de ello, la puesta en escena del Barça fue para echarlos a galeras. Un 0-9 que no se quedó ahí sino que fue a más ante las facilidades dadas por los de Peñarroya con su 2/11 en tiros de dos y el 1/4 en triples. Maodo Lo se lució y condujo a una máxima renta de 15 puntos que se quedó al final del primer cuarto en un 14-26 tras un triple de Juani Marcos.
En el segundo, después de ir perdiendo de 18 (20-38), apareció un inspirado Joel Parra para liderar la reacción, al que siguió un buen Shengelia. Después de muchos minutos, y aprovechando la exhibición de pérdidas y mala selección de tiro de Sylvain Francisco, los blaugrana se pusieron por debajo de la decena (34-40, min. 17). Pero el base francés se esmeró y comenzó a leer mejor lo que necesitaban sus compañeros. Entre eso y alguna decisión arbitral incomprensible, como dar en la misma acción una canasta válida a un jugador y dos tiros libres a otro que había recibido una discutible falta, la reacción local se quedó en nada, llegando al descanso con 39-52.
Para qué aprender de los errores
Aunque fuera por orgullo, se esperaba otro Barça que igualara en ganas al Zalgiris. Pero como si fuera un calco del inicio de partido, lo que hizo fue tocar fondo... de nuevo. Hasta pañuelos blancos se vieron en el Palau con el 2-12 tras el descanso (41-64, min. 23). La circulación de balón de los lituanos era espectacular, justo lo contrario que el porcentaje de acierto exterior de los catalanes, una máquina de fallar con Punter, Vesely o Clyburn negados desde el perímetro. Por suerte para ellos, los visitantes bajaron también su ritmo encestador. Y aun así entraron a los 10 últimos minutos con 54-75.
La derrota ya parecía inevitable, pero Joel Parra, partidazo el suyo, y Juani Marcos no bajaron los brazos. Contagiaron su agresividad en defensa y por fin cerraron el grifo a los de Kaunas (70-82, min. 38). Pero no había tiempo material para la remontada y el Zalgiris se llevó una merecida victoria ante un Palau que acabó enseñando otra vez los pañuelos blancos al palco porque no aguantan más debacles.

