La Liga Endesa ha dado comienzo a la última jornada de su temporada regular con un duelo catalán entre el Bàsquet Girona y el Lleida. Pese a que ninguno de los dos se jugaba nada, ofrecieron un buen espectáculo en el que los de casa se vieron obligados a pelear al máximo para regalar un triunfo a su afición.
El cuadro gironí inició el partido con algunos problemas, lo que hizo que entregaran el parcial de los primeros 10 minutos por 20-24. El revés no les dejó en la lona y consiguieron reponerse rápidamente.
Con un ligero acelerón en el segundo cuarto, los chicos dirigidos por el griego Fotis Katsikaris lograron colocarse por delante y llegar al descanso con ventaja, de la mano de un marcador que reflejó un 45-40 cuando los contendientes enfilaron el túnel de vestuarios.
El Girona regresó a la pista con las buenas sensaciones intactas y, pese a perder demasiados balones (10 robos del rival) ya no dejó de tener ventaja hasta el final. Al término de los 40 minutos, el electrónico reflejó un 95-83 que alegró a la hinchada.
No hubo ningún jugador especialmente destacado, pero hasta cuatro hombres (Susinskas, Durham, Geben e Iroegbu) anotaron dobles dígitos para los locales, en lo que resultó ser una magnífica actuación grupal.