La medida, con la que la NBA colabora con la Asociación Nacional de Árbitros de Baloncesto, inicia un proceso de dos fases cuyo objetivo es mejorar el ritmo del juego y la precisión del arbitraje.
En la primera fase, cada árbitro llevará un auricular sujeto a su uniforme. Podrán quitárselo y colocárselo en la oreja solo durante la revisión de repeticiones instantáneas y cuando sea necesario en otras interrupciones en un partido, pero no mientras se está jugando.
Tras evaluar los resultados de la primera fase del nuevo sistema, comenzará una segunda instancia en enero en la que los colegiados podrán llevar los auriculares puestos durante todo el encuentro, incluso mientras se está jugando. Ahí los árbitros podrán comunicarse directamente con el centro de repeticiones y entre ellos en todo momento durante el juego.
La segunda fase se extenderá al menos hasta el receso del All Star, que se realiza en febrero.
La tecnología a utilizar ya se probó durante los partidos de pretemporada de los dos últimos años, la Liga de Verano de la NBA de 2023 a 2025 y la Liga de desarrollo de la NBA (G League) de 2022 a 2024.
