¿Por qué viene la NBA?
Desde hace varios años, la NBA se plantea traer su liga a Europa, más allá de los partidos deslocalizados desde hace 40 años. "Ha llegado el momento de pasar a la siguiente etapa", según Adam Silver, máximo responsable de una liga que ya ha saciado su sed de expansión y diversificación con la WNBA (la liga femenina), la G-League (una liga menor) y la Basketball Africa League.
Respaldada por unos derechos de televisión récord (por valor de unos 73.000 millones de euros entre 2025 y 2036), ahora parece dispuesta a dar el salto a Europa. Quizá a toda prisa, según Patrick Rishe, director del programa Sports Business de la Universidad Washington de Saint-Louis, tras los rumores de una "liga de baloncesto de Fórmula 1": un circuito mundial que un grupo de inversores asesorados por Maverick Carter, exmánager de LeBron James, están tratando de crear.
Para Rick Burton, profesor de Gestión Deportiva en la Universidad de Syracuse, la NBA podría estar anticipando el advenimiento de un mundo globalizado. "Es razonable imaginar que un día las franquicias con sede en ciudades estadounidenses de tamaño medio serán sustituidas por metrópolis globales (...) (Este proyecto) puede ser el punto de partida de algo en lo que llevan años pensando".
¿Cómo ganar dinero?
El Viejo Continente, cuyos mejores jugadores brillan en la NBA, y sus metrópolis representan un mercado colosal aún por conquistar. Aunque la Euroliga, primera competición europea, atrae cada vez a más espectadores (una media de 10.383 por partido en 2023-2024) y brilla por la calidad y el suspense de su juego, "todos sus clubes pierden dinero", según Philippe Ausseur, Presidente de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB).
La NBA, por su parte, estima, según varios medios de comunicación, que podría obtener unos ingresos de 3.000 millones de euros al año a largo plazo, añadiendo Oriente Medio, otra zona de crecimiento identificada.
¿Cómo, si los mejores jugadores del mundo siempre jugarán al otro lado del Atlántico?
"El poder de marketing de la NBA sigue siendo incomparable", subraya Philippe Ausseur, que considera que la liga estadounidense "puede aportar una enorme contribución en términos de asociaciones", siendo las únicas importantes en la Euroliga Turkish Airlines e incluso BKT (fabricante indio de neumáticos).
La Euroliga tampoco ha logrado atraer a las grandes cadenas de televisión ni hacerse con importantes derechos televisivos, cuyo importe no desea revelar.
Esto representa un reto para la NBA, según Philippe Ausseur. "El modelo de los derechos de televisión está siendo cuestionado en Europa y sería muy peligroso querer comparar un país continente y un continente de países. Es fácil encontrar un radiodifusor en Estados Unidos, pero en Europa hay que encontrar de siete a 10, con situaciones diferentes en los distintos países", añade.
¿Con los grandes clubes de fútbol?
Otra cuestión que plantea el proyecto, y que probablemente cambiará, es la intención de la NBA de trabajar con las grandes marcas deportivas europeas. Mientras que el Real Madrid y el Fenerbahçe son clubes punteros de baloncesto, los otros clubes polideportivos sondeados, según varios medios, parten de cero: el Manchester City, el Arsenal y el PSG, que ha reconocido que ha sido contactado y ha manifestado una"expresión de interés", a pesar de que el Paris Basketball, que juega la Euroliga, está en pleno auge deportivo y extradeportivo.
"Es un poco como el tropismo de la NBA: ven que las grandes marcas deportivas en Europa son marcas de fútbol. Pero en baloncesto sólo están el Real, el Barça y, en menor medida, el Bayern", explica Philippe Ausseur, señalando que el balón naranja "no había hecho ninguna incursión en el mercado inglés".
El ambicioso proyecto de los London Lions se ha esfumado y la liga inglesa atraviesa serias dificultades financieras.
¿Y la Euroliga?
Independientemente del número de clubes que atraiga, la Euroliga se ve amenazada por el proyecto de la NBA, realizado en colaboración con su rival, la FIBA. La Euroliga, una competición privada prácticamente cerrada, fue creada en 2000 por los grandes clubes, que abandonaron su redil por razones financieras.
¿Podrán, por las mismas razones, tomar el camino inverso más de un cuarto de siglo después? En enero, los 13 clubes accionistas renovaron su asociación con la agencia de marketing deportivo IMG hasta 2036. Pero la Euroliga indicó a la AFP que no todos habían renovado sus licencias para participar en la competición.
Tienen hasta junio de 2026 y la expiración del acuerdo anterior para hacerlo. Hasta entonces, ¿podrán Fiba, Euroliga y NBA llegar a un acuerdo? "Creo que es la única manera", dijo a L'Equipe el jefe de la Euroliga, Paulius Motiejunas, indicando que la liga estadounidense se había puesto en contacto con él por primera vez en marzo de 2024. A mediados de marzo tuvo lugar otra reunión.
"Todavía hay tiempo para que haya discusiones y se imponga la razón", afirma Philippe Ausseur, que considera que "todos saldrán perdiendo" si se crea una nueva competición europea. Una quinta, tras la Euroliga y la Eurocopa, organizadas por la Euroliga, y la Liga de Campeones y la Copa de Europa, organizadas por la Fiba.