A Tim Mer lier le encanta la París-Niza y no dejó nada a la competencia en esta segunda etapa, que terminó en Bellegarde. Mer se ha apuntado su sexta victoria consecutiva, la sexta desde el inicio de la temporada.
No fue un día fácil para él y sufrió un gran susto. Alexandre Delettre se puso de nuevo en cabeza con Samuel Fernández y Jonas Abrahamsen. Con una diferencia de sólo dos minutos a falta de 100 kilómetros, el resultado era evidente. Cincuenta kilómetros más tarde, Delettre volvió a subir, al igual que Fernández un poco más adelante. El noruego, por su parte, hizo un último intento y, justo cuando el margen aumentaba a 50 segundos, se produjo un gran ataque en la parte delantera del pelotón, en el que participaron Florian Sénéchal (obligado a retirarse), Arnaud Démare y Merlier.
Al comienzo del último circuito, a 30 kilómetros de la meta, Abrahamsen tenía una ventaja de 1'30. No era suficiente para ganar, pero sí para ganar. No era suficiente para ganar, pero sí para obtener la bonificación de 10 segundos y reducir la diferencia con Merlier, el ganador del maillot amarillo. Cuando el pelotón cruzó la línea por primera vez, se produjo otra caída, prueba del nerviosismo de la llegada. El pelotón siguió persiguiendo a Abrahamsen, que había perdido más de un minuto al final de la primera etapa.
Pero el corredor del Uno X aún tiene 30 segundos a su favor en el tramo final de... 5 kilómetros. La subida en falso llano es un auténtico rompepiernas, pero Abrahamsen no tenía nada que perder. Todos los equipos de los velocistas quieren un lugar en la cabeza del grupo. Se despegó al principio de la jornada, pero se fue al suelo a 2.500 metros de la meta.
Bien posicionado pero finalmente bloqueado, Démare no pudo lanzar su sprint, al contrario que Merlier, que estuvo imperioso. El belga aventajaba a dos franceses: Emilien Jeannière y Hugo Page.