Después de ganar al Betis en La Cartuja, vencer al Sevilla una semana después se antojaba el mejor de los planes para el cuadro rojiblanco. Una vez dejada atrás la agorafobia que estaba marcando la temporada, la vuelta a casa se encaraba con la mejor de las sonrisas por parte del conjunto de Diego Pablo Simeone en un duelo entre técnicos argentinos.
Un acercamiento de Isaac Romero en una acción fabricada por la izquierda y poco más al inicio por los visitantes, mientras que los anfitriones respondieron con una falta lateral que no encontró rematador. La ausencia del joven Pablo Barrios, que obligó a retrasar la posición de Álex Baena, podía interpretarse como una prueba de fuego para un plantel al que le falta frescura y profundidad con más frecuencia de la deseada.
Balones a Thor
El recurso del gigantón Sorloth pudo traducirse en el ansiado gol hasta en dos ocasiones: la primera vez, después de un error de Sow y otro de Marcao. La firmeza del guardameta visitante evitó que el público se levantara de sus asientos, aunque algunos lo hicieron poco después al ver el tiro al palo de Nico González tras una prolongación del ex del Villarreal. Luego, Rubén Vargas probó fortuna en la última acción del primer tiempo, un envío que rozó el larguero.

Tenían que mejorar los hispalenses, incapaces de tirar a portería, y Matías Almeyda optó por una doble modificación que realmente parecía responder a otra cuestión: César Azpilicueta, ovacionado en la vuelta a la que fue su casa en las dos últimas temporadas, y Baptiste Mendy dejaron sus respectivos lugares a Tanguy Nianzou y Nemanja Gudelj. Estas sustituciones no evitaron el dominio del Atlético, bastante más insistente en el arranque.
Se descorcha el champán
Si no falla uno, aparece otro. Eso debe pensar el socio del Pizjuán, resignado ante el enésimo error de uno de sus zagueros. Y si encima se trata de un recién ingresado, en este caso Nianzou, la sensación de frustración es todavía mayor. La pena máxima cometida por el francés sobre Giménez, algo gratuita por su exceso de ímpetu dentro del área, condenó a la escuadra andaluza a su tercera derrota consecutiva en el torneo liguero. Julián, desaparecido hasta entonces, anotó el penalti.

El otro revulsivo, Gudelj, tuvo a bien estrenar los guantes de Oblak cuando restaba poco más de un cuarto de hora. Ese potente disparo quedará sin duda en el olvido, más si cabe tras la diana de Almada, que remató sin oposición a pase de un Giuliano que pudo cometer falta sobre Suazo en el robo. Ya en el tramo final, Griezmann, que acababa de desperdiciar un clamoroso mano a mano, fulminó a Vlachodimos con un gran derechazo para el definitivo 3-0.
Jugador Flashscore del partido: Thiago Almada.
