Corren tiempos duros para el piloto madrileño, que aún parece no haberse recuperado del golpe de efecto de abandonar Maranello. En Williams, entre problemas de fiabilidad en la primera carrera y de ciertas incomodidades con el asiento y con los neumáticos, Sainz no está pudiendo confirmar las buenas sensaciones que mostró en pretemporada, cuando era uno de los más rápidos y su compañeros apenas podía seguirla la estela.
Una tendencia que ha cambiado en cuanto ha comenzado oficialmente el curso. "Hay vueltas donde voy muy rápido, y luego a la que pongo tres o cuatro juegos de neumáticos seguidos en clasificación, no consigo mejorar lo que los demás mejoran. He vuelto a ir más rápido en Q1 que en Q2 y eso es lo raro. Intentaremos adelantar a los que tenemos delante, pero no será fácil porque tampoco somos muy rápidos", se lamentaba.
Toca, pues trabajar más para encontrar la solución. El diagnóstico es claro. "No mejoras cuando hay evolución de pista y más agarre. Estoy analizándolo con mis ingenieros. Hemos intentado hacer cambios más enfocados a la carrera de mañana (domingo) por el problema de graining que hemos tenido por la mañana, esperemos que funcionen. En qualy, haciendo cambios de setup tan grande estás perdido, pero sigue faltando".
En este Gran Premio de China, después de que ningún Williams puntuase en el esprint, Albon saldrá 10º con Sainz partiendo 15º en la carrera larga del domingo.