Se daban cita las parejas campeonas de los dos últimos torneos, con cuatro jugadoras de un talento descomunal, y eso se traduce siempre en espectáculo asegurado. La balear y la argentina habían vencido en el Cupra Costa Dourada Tarragona P1 allá por el mes de agosto; la madrileña y la malagueña celebraron un mes antes en el Martín Carpena.
La rotura que se produjo en el juego inaugural resultó determinante para decidir esa primera manga. Bea, algo frustrada por momentos, y Claudia tuvieron que ir a contracorriente en todo momento y no pudieron cambiar el guion. El 6-3 puso en ventaja a Brea y Triay, que casi doblaron a sus rivales en puntos ganadores (23-12).
Pese a lo ocurrido minutos atrás, la reacción fue inmediata: contundente e incontestable 0-4 que dejaba el empate a sólo un paso y que empezaba a situar el foco sobre lo que se avecinaba después. Un break que pocos podían vaticinar dio cierta emoción al segundo pulso, si bien esa sensación resultó bastante efímera (1-6).
Bea y Claudia se coronan
En líneas generales, el nivel mejoró: igualdad máxima y recital de golpes que encandilaron a los allí presentes, como una maravillosa dejada de Delfi en el arranque. La Perla de El Palo se desesperó tras un error no forzado, con gestos que hicieron que algunos aficionados mostrasen su apoyo a una de las jugadoras más queridas del circuito.
A González le sentó bien el breve descanso, pues protagonizó un soberbio remate por tres que devolvió la igualada. Gemma, quien había asumido el liderazgo, tuvo dos fallos inesperados en voleas sencillas y el intercambio de golpes se frenó en el noveno juego, cuando llegó un letal break. Y esos regalos, claro, deciden finales (4-6).