Luis Fernández, aunque nació en el punto más al sur de la España peninsular, emigró junto a sus padres a los ocho años a Francia, concretamente a Lyon.
Fue jugador del PSG entre 1978 y 1986, conquistando dos Copas y una Copa de la Liga. Con la selección francesa, se proclamó campeón de Europa en 1984, en la mítica final disputada en el Parque de los Príncipes en la que los galos derrotaron a España por 2-0 con el fallo de Arconada. Además, fue medalla de bronce en México 1986, con una generación histórica, la formada por Platini, Tigana, Battiston o Giresse.
Ya como entrenador, dirigió al Paris Saint-Germain en dos etapas diferentes. Entre 1994 y 1996 conquistó una Ligue 1, una Copa, una Supercopa francesa, una Intertoto y una Recopa de Europa, eliminando al Barcelona de la Champions en la 94-95. Era un equipo legendario con George Weah, David Ginola, Raí o Youri Djorkaeff.
Después de su etapa en el Athletic, volvió a París entre 2000 y 2003, en una etapa menos fructífera en la que sólo pudo levantar la Copa Intertoto.
Ídolo en Bilbao
Pero, si por algo se le conoce a Luis Fernández en España (donde también dirigió a Espanyol y Betis) es por su paso por el Athletic.
En Bilbao estuvo entre 1996 y 2000, coincidiendo con el centenario del club en 1998, y se ganó a la hinchada con su carácter desenfadado y sus dotes de showman. En el apartado deportivo, Luis Fernández se coronó con un histórico subcampeonato de liga en la temporada 97-98, que valió el pase a la Champions League, competición para la que en aquel entonces sólo se clasificaban dos equipos por país.
Era el Athletic de Rafa Alkorta, Julen Guerrero, Joseba Etxeberria, el Cuco Ziganda o Isma Urzaiz. Asimismo, Luis Fernández estuvo en la previa del partido charlando con ex jugadores suyos como Sergio Corino, Javi González, Tiko, Edu Alonso o Imanol Etxeberria.
La carrera del hispano-francés como entrenador también ha incluido el Cannes en sus inicios, y posteriormente Al-Rayyan, Beitar Jerusalén, Stade de Reims, la selección de Israel y la selección de Guinea.
