Centro de datos del Eintracht de Frankfurt-Real Madrid
Había dudas en el conjunto español después de un mal comienzo de Liga, con un solo punto en las dos primeros jornadas. Pero Angeldahl se encargó de disiparlas con un derechazo brutal desde la frontal que se convirtió en el 0-1 antes del primer cuarto de hora. La danesa, tras un disparo de Caicedo que rechazó al larguero la meta alemana, no se lo pensó dos veces cuando encontró el balón en sus pies.
Era lo mejor para aplacar los nervios y, de paso, cedérselos a las locales, que se vieron arrinconadas en los minutos siguientes, aunque sin sufrir en demasía. Sólo se animaron con un par de malas cesiones de las madridistas a Frohms, producto quizás de un césped muy alto que ralentizó el raseo del cuero. Pero cuando mejor parecían encontrarse las germanas, ya superada la media hora de juego, recibieron otro jarro de agua congelada con el 0-2. En un balón dividido tras un córner forzado por Caicedo, Bruun remató mordido a la media vuelta para poner una pelota inalcanzable para Altenburg. Entró a cámara lenta, pero entró, que es lo que cuenta.
Una defensa blanca endeble
El resultado era un tesoro para las de Pau Quesada. Buscaron defenderlo hasta el descanso, pero la evidente mejoría del Eintracht lo impidió. Avisaron Reuteler, de lejos, y Freigang, dentro del área, pero fue Anyomi la que acertó a rematar con mucha facilidad un centro desde la izquierda para recortar distancias y colocar el 1-2. Y con un canto en los dientes se pudo ir al ecuador el Real Madrid después de un despeje de Toletti que se estrelló en la madera de su propia portería.
Llovió menos tras la reanudación. En el cielo, porque desaparecieron los paraguas. Y en el rectángulo de juego, porque aunque la acción siguió volcada hacia la meta merengue, tampoco es que Frohms tuviera que realizar intervenciones de mérito. Es más, la mejor oportunidad hasta el último cuarto de hora la tuvo de nuevo Linda Caicedo, que se topó con los reflejos de Altenburg.
Lo corto del resultado, la necesidad del Eintracht de encarar el choque de vuelta en el Di Stéfano con más garantías, hizo que de nuevo retomasen el asedio buscando el empate. Fue Blomqvist quien reinició las hostilidades, mas Frohms tiró de agilidad para rechazar el remate. El larguero evitó a continuación que Ilestedt lograra el empate. Pero se rehízo el Madrid y casi firmó el tercero con un cabezazo de Bruun que sacó la madera.
Aún quedaba un ratito, y el líder de la Bundesliga no cesó en su empeño de volver a cantar gol. Hizo sufrir a las blancas, pero para jolgorio de éstas, el final llegó con el 1-2. Gran resultado para la vuelta de esta tercera ronda.