Centro de datos del Real Madrid-París FC
El Real Madrid llegaba al duelo ante el París FC con la velocidad de crucero activada. Con una gran racha a sus espaldas y casi un mes sin encajar un tanto en contra, las locales buscaron superar a las de la capital de Francia en busca del liderato de la Champions League.
Un final de película de terror
Un inicio algo loco despistó a los espectadores respecto al guion que iba a seguir el choque en Valdebebas. Las parisinas trataron de acercarse a los dominios de Misa, aunque sin demasiada precisión, al igual que las blancas en los primeros minutos.
Comenzaron a llegar las ocasiones, aunque Chavas no tuvo que esmerarse en evitarle un disgusto a las suyas. Las delanteras merengues tenían la mira desviada.
Alba Redondo fue de las más participativas. De una jugada suya por la banda izquierda llegó la primera ocasión de las españolas. El balón acabó en las botas de Linda Caicedo, cuyo disparo se marchó mordido por la línea de fondo.
La cafetera estuvo a punto de sacarse un conejo de la chistera cuando, después de burlar a un par de zagueras como si de una hechicera se tratase, estrelló su disparo en el travesaño.
No bajó el ritmo el combinado local: los avisos estaban siendo a viva voz. Alba dejó sola a Feller, que no convirtió el mano a mano tras una buena intervención con las piernas de Chavas.
Antes de llegar al descanso, Clara Mateo frustró a todo el Di Stéfano al aprovecharse de la inocencia de Angeldal y provocar un penalti al borde del descanso.
Azzaro se encargó de lanzar la pena máxima y, a pesar de los intentos de Misa por distraerla, puso el primero en el casillero de las visitantes.

El día de la marmota con sonrisa final
Mejoró el París tras el paso por los vestuarios, aunque el Real Madrid sostuvo las embestidas, esperó su momento y se lanzó a por la remontada.
La segunda mitad empezó a teñirse con el mismo tono que la primera. Sin embargo, todo ese sinfín de ocasiones acababa con el mismo desenlace: sin gol merengue.
Athenea, que refrescó al equipo cuando quedaba media hora para el final, fabricó la más clara de los segundos 45 minutos.
De nuevo, la banda izquierda fue un quebradero de cabeza para las galas, que no encontraban la forma de cubrirla. El balón volvió a caer en los pies de Linda, y Chavas volvió a erigirse como la heroína. Parecía que el destino iba a ser distinto: Weir se disponía a empujar a gol el rechace que dejó a la meta rival vencida, pero Bogaert apareció de la nada para evitar un tanto cantado y prolongar la angustia madridista.
La desesperación se apoderó de las locales. La barrera parecía infranqueable y la seguridad de las francesas provocó malas decisiones en la selección de tiro. A partir del último cuarto de partido, la amenaza visitante prácticamente desapareció y el partido era unidireccional.
No cesaron los intentos del Real Madrid por encontrar el empate y en la última jugada les acabó por visitar la suerte. Weir recogió un balón mal despejado por la infranqueable barrera azul y batió a una Chavas, que demostró ser humana no sacando la última del choque.

Jugadora Flashscore del partido: Chavas (París FC).
