Cuantas más dificultades, sobre todo en forma de lesiones, sufría el Barça, mejor rendimiento y resultados obtenía el equipo culé con Hansi Flick al mando. Y el que siempre estaba ahí con la escopeta cargada, con las garras afiladas y el cuchillo entre los dientes era el delantero centroeuropeo. Pero su racha, que le sirvió entre otras cosas para superar el centenar de goles en la Liga de Campeones, está en una larguísima pausa.
Lewandowski lleva tres encuentros sin marcar. Algo que no había ocurrido en esta campaña. Y eso es consecuencia del bajón en el número de remates, pasando de una media de 3,4 por partido a 2,2, pero también de su eficiencia de cara a la meta contraria, donde su efectividad ha pasado del 35 % en los primeros tres meses de competición al 27 % desde el mes de noviembre. Dispara menos y dispara peor.

El ariete polaco sigue siendo el máximo realizador de LaLiga y de la Champions tras su espectacular inicio de curso. Lleva 16 tantos en la competición doméstica en 18 choques jugados y siete dianas en seis duelos en la máxima competición continental. Brutal. La tendencia, sin embargo, va a la baja y el Barça lo ha acusado. En estos tres partidos que lleva sin marcar, ganó en Dortmund, pero ya sin él en el campo, y perdió contra el Leganés y el Atlético de Madrid.
Su nivel de juego también ha bajado hasta el punto de que Flick lo sustituyó en el Signal Iduna Park y también ante el Leganés buscando en el banquillo las soluciones ofensivas que Lewandowski no le aportaba. Ante los alemanes tuvo una media en Flashscore de 6.5 sobre 10; contra el Leganés, de 5.9; frente al Atlético, un 6.2.

En la medida en que recupere su olfato y capacidad goleadora, el Barcelona volverá a la senda de los triunfos. Pero está por ver cuándo lo hará.