Estar en el Real Madrid es un sueño indescriptible para cualquier futbolista. Pero jugar y tener continuidad en el equipo no es algo al alcance de todos. De hecho, a más de un jugador se le ha echado encima todo ese peso en la soledad del banquillo o la grada. No es el caso de Brahim ni mucho menos. En la Copa África escribió otro capítulo de resiliencia y calidad.
Porque la falta de continuidad en el Santiago Bernabéu ni mucho menos está pasando factura al delantero hispanomarroquí. Todo lo contrario. A día de hoy, su estrella está brillando más que la de ningún futbolista. Anda empatado con su compañero El Kaabi y con Mahrez en la tabla de máximos goleadores del torneo, pero él es el único que ha anotado en los tres partidos disputados.
Es más, desde 1976 ningún jugador marroquí había anotado en los tres partidos de la fase de grupos. Casi 50 años después, el futbolista del Real Madrid igualó a Faras, y ahora está en su mano ser el primero de la historia en marcar en cuatro seguidos.
Estrella de Marruecos, Brahim no ha completado ningún encuentro a las órdenes de Xabi Alonso, con el que solo ha sido titular en cuatro. En cinco estuvo convocado sin recibir ningún minuto y los 14 restantes definen su realidad habitual en el Real Madrid: entró como suplente para sumar solo 215 minutos, una media de 15 por duelo.
Y a pesar de que la intermitencia ha sido su realidad habitual de blanco, sus actuales 484 minutos en el Bernabéu contrastan con los 836 que llevaba el curso pasado a estas alturas.
Renovación sobre la mesa
Paralelamente a esa dicotomía entre Real Madrid y Marruecos, en 'El Larguero' descubrieron que existe un pacto entre el jugador y el club para renovar su actual vínculo hasta 2030. Según dicha información, el acuerdo está hablado pero no firmado, y se quiere llevar con una discreción que es una práctica habitual en la entidad, como pasó también con Ferland Mendy.
Eso sí, las mismas fuentes hablan de que el futbolista tiene sobre la mesa tentadoras propuestas de Europa y de Arabia Saudí, y que aunque para él vestir la camiseta blanca es un sueño, quiere sentirse más útil y tener más oportunidades de demostrar sus cualidades, algo que siente que a día de hoy no ocurre.