El conflicto estalló justo después del segundo gol del conjunto brasileño, cuando Navarro (26) tuvo un cruce con el mediocampista paraguayo Damián Bobadilla (23). Según relataron compañeros del jugador cordobés, Bobadilla habría lanzado un insulto discriminatorio, llamándolo "venezolano muerto de hambre". Esta frase, según el testimonio de Federico Girotti, provocó el llanto de Navarro y casi su salida del campo en señal de repudio.
El árbitro del encuentro, el chileno Piero Maza, no sancionó la acción, ya que no presenció ni escuchó el intercambio, y el VAR tampoco intervino. Sin embargo, la situación escaló fuera del ámbito deportivo: Navarro acudió a la Policía Militar del estadio para presentar una denuncia formal por el hecho. Según informaron medios brasileños, cuando los oficiales fueron a buscar a Bobadilla al vestuario local, el jugador ya se había marchado sin dar declaraciones.
El mensaje de Navarro y el respaldo institucional
Horas después del partido, el propio Navarro se expresó en redes sociales con un mensaje contundente:
"Quisiera poder tener en mis manos la solución al hambre que vive mi país. Espero que Dios me dé abundancia para poder ayudar. No creo que se pueda hacer mucho contra la pobreza mental. Nunca me avergonzaré de mis raíces, iré hasta las últimas consecuencias frente al acto de xenofobia que viví hoy en Brasil a manos de Damián Bobadilla. En el fútbol no hay cabida para los discursos de odio".
El Club Atlético Talleres no tardó en respaldar a su jugador. A través de un comunicado oficial, la institución expresó su "más enérgico repudio al acto de xenofobia sufrido por Miguel Navarro" y reafirmó su compromiso con los valores de respeto, integración y unidad. "Estamos orgullosos de vos y tus orígenes, todo Talleres te acompaña", finaliza el mensaje.
Repercusiones y antecedentes
El defensor de Talleres Augusto Schott también se pronunció tras el partido: "Quiero hablar de un acto de racismo que sufrimos. Nos duele porque estamos en un lugar donde se promueve mucho la lucha contra la discriminación, pero no se actúa con la misma contundencia cuando toca a los nuestros", dijo.
Este no es el primer incidente que involucra a Talleres en el Morumbí. En 2024, los arqueros Guido Herrera y Lautaro Morales fueron demorados por la policía local tras un altercado, lo que genera preocupación en el entorno del club sobre la repetición de situaciones fuera de lo deportivo.
¿Habrá consecuencias?
Por el momento, ni São Paulo ni el jugador acusado se han pronunciado oficialmente. Se espera que Bobadilla declare ante las autoridades en las próximas horas. Mientras tanto, Talleres evalúa acciones ante Conmebol, que viene promoviendo campañas contra el racismo y la discriminación en todos los torneos que organiza, aunque estos esfuerzos parecen insuficientes frente a casos concretos como este.
El fútbol sudamericano enfrenta nuevamente el desafío de actuar con firmeza frente a los discursos de odio. Lo ocurrido en Brasil es una dolorosa señal de que todavía queda mucho camino por recorrer para erradicar la discriminación de las canchas.