Alemania quería llegar a la tanda de penaltis con confianza, después de que Ann-Katrin Berger detuviera dos lanzamientos franceses en cuartos de final. Pero contra Cata Coll, ¿tan bueno era el cálculo?
La mallorquina tuvo que esperar antes de comenzar su Euro 2025: enferma de anginas hasta el punto de ir al hospital de Berna tras el primer partido de España contra Portugal, no jugó en la fase de grupos y fue la guardameta del Athletic Club Adriana Nanclares quien entró en su lugar. Desde su regreso, la selección española no ha encajado ni un solo gol. Aunque Suiza carecía de la experiencia necesaria para plantar cara a España, Alemania dispuso de numerosas ocasiones a lo largo de la semifinal. Pero la guardameta del Barça realizó varias paradas para mantener a flote a su equipo.
La mejor de todas, una doble parada en el minuto 90, cuando un disparo de Klara Bühl rebotó en Olga Carmona hacia su propia escuadra. El balón volvió a Carlotta Wamser, que envió una potente volea salvada de nuevo por Cata Coll. "Eso cuenta como gol", comentó Irene Paredes en la zona mixta. "Cuando las defensas no podemos parar los ataques, ella tiene que intervenir, ¡y ha estado brutal!".
Algo más que un muro
"Sólo estaba haciendo mi trabajo. Cuando di un paso atrás para rechazar el balón (de Olga Carmona), temí meterlo yo misma en la red. Pero sigo trabajando para dejar la portería a cero y, de momento, no he encajado ningún gol".
Aunque Aitana Bonmatí se llevó todos los focos al final con su gol, Coll fue el baluarte esencial de una defensa sin mucho trabajo, pero especialmente titubeante. Para recordar también la parada a Lea Schüller.
Pero Cata Coll es más que eso. Tras recuperarse de una rotura del ligamento cruzado sufrida en febrero de 2022, ya fue titular en Australia para enviar a España a la cima del mundo. Y todo porque para bien y también está muy cómoda con el balón. Los 22.432 espectadores presentes en el Letzigrund Stadion se deleitaron con sus desplazamientos de balón para ayudar a la remontada de España justo antes del descanso. Antes del partido, había asegurado al público que estaba lista para alinearse entre las cinco primeras lanzadoras de penaltis si el partido se alargaba.
Un muro en el campo, un muro fuera de él
"Si la dejas fuera, tendrás un rugido", sonrió Montse Tomé en la rueda de prensa, cuando le preguntaron por las ganas locas de su guardameta. El ruido será para los oídos alemanes, que, tras la eliminación en semifinales, tuvieron que aguantar la improvisada fiesta de Cata Coll entre los dos autobuses de la selección. Tambor en mano, instando a sus compañeras que ya habían subido al vehículo a bajar y celebrarlo con el resto del grupo, la guardameta española se quitó la capa de salvavidas y se puso la gorra de capitana.
Al final, hizo señas a los periodistas que grababan la escena de que no podía más y dijo: "¡Si queréis fiesta, venid a Lausana!". En el campamento base español. La Eurocopa aún no ha terminado para la Roja y su capo del vestuario, que necesita mantener la voz y la energía si quiere vencer a Inglaterra en la final del domingo.