Un movimiento a la derecha, otro a la izquierda. Frente al panel azul con los logotipos de la VISA y la UEFA, Alexia Putellas ya se ha acomodado. La número 11 de España ha pasado por ahí en dos ocasiones portando el famoso trofeo alargado coronado por un balón: el de mejor jugadora del partido. La dos veces ganadora del Balón de Oro está disfrutando de una flamante Eurocopa en Suiza, y ya suma tres goles y dos asistencias en dos partidos, que se saldaron con victorias por 6-2 sobre Bélgica el lunes y por 5-0 sobre Portugal el jueves pasado.
Estas victorias son un buen augurio para las campeonas del mundo, que nunca han superado los cuartos de final de una Eurocopa. Su última eliminación en esta fase de la competición se produjo en 2022, cuando perdieron 2-1 en la prórroga contra Inglaterra en esa misma ronda. Las Three Lions se proclamaron campeonas de Europa, mientras que Alexia Putellas pasó por la mesa de operaciones tras romperse el ligamento cruzado durante un entrenamiento antes del inicio del torneo.
Una lesión del pasado
La jugadora, que entonces sólo había ganado un Balón de Oro, comenzó el clásico calvario de una futbolista de alto nivel que sufre una lesión de este tipo: casi un año de baja, vuelta cautelosa y gradual a los terrenos de juego... Alexia recibiría el alta médica para volver a jugar por primera vez justo al final de la temporada 2022/23, antes de tener que volver al hospital para someterse a una artroscopia en la misma rodilla de la que ya había sido operada en diciembre de 2023.

Este calvario médico no le impidió ser seleccionada por Jorge Vilda para el Mundial 2023, pero limitó mucho su tiempo de juego y, sobre todo, su influencia en el Barcelona y con la Roja. Pero tras dos temporadas (2022/23 y 2023/24) de dolor y sufrimiento, Putellas parece haber recuperado su antigua forma. La centrocampista suma 16 goles y 11 asistencias en 24 partidos de Liga, y cuatro goles y tres asistencias en 10 partidos de Liga de Campeones...
Estas estadísticas y su papel clave en el juego catalán desde marzo han convencido a Montse Tomé para hacerla titular en la selección, sobre todo en el inicio de la Eurocopa, en la que Aitana Bonmati ha tenido que ausentarse por meningitis. "Pienso muy rápido, veo todo el partido de antemano y eso es un elemento clave para sentirme bien", confirmó en la zona mixta tras el España-Bélgica.
Una nueva influencia en el juego español
"Cuando veo que el equipo se mueve, que somos capaces de combinar, que disfrutamos jugando juntas... eso también se refleja en mí", añadió. Ante Bélgica, la vicecapitana de la Roja completó el 88% de sus pases, dio seis pases clave, tocó 110 balones (la segunda mejor marca del partido) y remató una vez al poste. Una exhibición más que la sitúa a un paso de su tercer Balón de Oro, lo que supondría un récord histórico para una futbolista.
Sin embargo, no se trata de un premio individual en un momento en el que toda España sueña con un título europeo. La referencia en el centro del campo intenta compartir la gloria con sus otras compañeras, menos protagonistas: "Por mi posición, también tengo el papel de crear ocasiones, a veces soy yo la que remata, a veces son otras compañeras las que lo hacen o crean continuidad. (...) Estoy aquí porque me han dado este premio, pero es un equipo el que debe ser recompensado".