Después del oro de Barcelona 1992, España se había quedado a las puertas de la gloria en Sidney 2000, donde cayó por penaltis ante Camerún en la final y en Tokio 2020, con una derrota ante Brasil que otorgaba la plata.
Sin embargo, en París 2024 iba a ser diferente. La selección dirigida por Santi Denia y liderada en el campo por Fermín y también por Baena, que venían de ganar la Eurocopa, empezó con victoria ajustada ante Uzbekistán. 1-2 gracias a Pubill y Sergio Gómez. Después, llegó la victoria más clara de la fase de grupos ante la República Dominicana, con los goles de Fermín, Baena y Miguel Gutiérrez.
El golpe anímico llegó en el tercer partido. Pese a que España tenía la clasificación para cuartos de final garantizada, la derrota contra Egipto por 1-2 (el tanto de Samu Omorodion en el minuto 90 apenas tuvo incidencia) dejó ciertas dudas, ya que pasábamos a cuartos de final como segundos de grupo.
Fermín eleva la moral
Pero el partido de cuartos de final lo cambió todo. Un rotundo 0-3 ante Japón con doblete de un extraordinario Fermín López, que ejerció de líder, y otra diana de Abel Ruiz metía de lleno a la selección en la pelea por las medallas.

Juanlu desata la euforia
En las semifinales tocaba enfrentarse a Marruecos. Rahimi de penalti en el minuto 37 ponía el partido cuesta arriba. Pero España se puso el mono de trabajo y, de nuevo, Fermín se erigió en el líder el equipo olímpico igualando la contienda.
Cuando parecía que el partido se iba a ir a la prórroga, apareció Juanlu por el carril derecho. El heredero de Jesús Navas en el Sevilla y puede que en un futuro en la absoluta, penetró en el área y de disparo cruzado batió a Munir. España estaba en una final por segundos Juegos conseuctivos.
Camello se convierte en héroe
En la final esperaba la anfitriona, Francia, dirigida por Thierry Henry. El escenario, el Parque de los Príncipes. Pese al gol de Millot en el minuto 11, España barrió a la selección gala en la primera parte, con un doblete de Fermín y un golazo de falta de Álex Baena que dejaban el partido encarrilado con ese 1-3.
Sin embargo, Francia no se rindió y en la recta final del partido con goles de Akliouche y Mateta de penalti mandaba el encuentro a la prórroga.
Allí apareció Sergio Camello. El delantero del Rayo entró con mayúsculas en los libros de historia de la selección española al derrotar al vecino en su casa, tras una prórroga de ensueño. En el 3-4, recibió un pase de Adrián Bernabé y batió a Restes picando el balón.

El 3-5 lo consiguió a la contra, explotando su punta de velocidad, tras recibir un pase de Arnau Tenas que pilló desprevenidos a los franceses cuando iban con todo al ataque.
España ya ha conseguido su Maracanazo particular ante el eterno rival. Además, se convierte, precisamente junto a Francia, en la única selección que en el mismo año ha ganado la Eurocopa y el oro olímpico.