En octubre de 2023, Alejandro Gómez (36), el Papu, recibió un duro golpe al recibir dos años de sanción por dopaje, justo tres semanas después de fichar por el Monza de la Serie A italiana. Ahora, en diciembre de 2024, con los ánimos más reposados, ha atendido a Juan Pablo Varsky en Clank, para relatar el calvario que atravesó y cómo es su vida en la actualidad.
"Hay que entender que quizá el personaje se termine, que el Papu Gómez está dejando de existir, tratar de apagar un poco el ego, tratar de subsistir con Alejandro. Uno va modificando su personaje, te meten en el altar, el ego que tiene el futbolista. Uno pasa de ser campeón del mundo a que no te llame nadie. Yo pensaba o decía 'si salgo campeón del mundo no juego nunca más'... a veces uno desea las cosas o las llama y la vida tal vez te la devuelve a su manera y capaz que a mí me la devolvió de esta. Me dijo: 'Está bien, vas a ser campeón del mundo, espectacular, pero te vas a tener que comer esta', nunca se sabe", reconoció, dejando entrever que es consciente de que su historia en la élite ha terminado.
Todo gira alrededor de esa Copa del Mundo de Catar 2022. El albiceleste llegó lanzado a la cita y el positivo por el cual encontró el castigo se produjo poco antes del gran evento. Entonces, militaba en las filas del Sevilla, donde maravilló a los aficionados lo largo de dos temporadas y media.
Después de estar en la cima, ahora ve las cosas desde una nueva perspectiva, más sosegada: "Yo no quería que me dé asco el fútbol, por eso me puse a jugar al pádel. Ahora estoy volviendo a empezar, estoy volviendo a ser un chico que quiere debutar en Primera. Prefiero que se retire el Papu y que siga Alejandro. Quiero dejar el personaje de lado y volver a empezar. Sea un año, dos años, lo que me dé para jugar. A lo mejor juego tres partidos y me retiro. Lo que sea", dijo, en referencia a su actividad con un equipo de la Serie C.
Agonía y vergüenza
Por otro lado, el Papu relata cómo vivió el hecho de enterarse de la mala noticia: "Yo no le quise decir a nadie la noticia del doping dos días antes de la final del Mundial. Me parecía muy egoísta contarle eso a mis compañeros, preferí hacerlo después del partido. Yo lo conté en el hotel y lo hablé con los abogados en Argentina. Cuando hablo con la CELAD, me dijeron que serían entre cuatro y seis meses. Pero se alargó todo diez meses donde yo iba a entrenar con el Sevilla, donde sabía que un día me iba a levantar con la noticia de que el Papu Gómez estaba suspendido", relató.
Reconoció que, poco a poco, se va adaptando: "Cuando uno no está acostumbrado a estar en casa, que yo estaba dos días de siete, ellos se acoplan a vos. Ese día era mío. Y ahora no, me tenía que adaptar a la rutina, a los tiempos, a los chicos en el cole, actividades. Muchas cosas las disfrutaba y alguna vez no aguantaba más a nadie y terminaba explotando. Empecé hace un mes terapia, me gusta, creo que sirve y cuando pasas algo parecido a lo mío es bueno apoyarse en alguien externo", explicó.
Finalmente, habló acerca del cambio de mentalidad que ha experimentado y lo abierta que tiene la mente hoy en día: "Cuando pasa la suspensión me llamó el Tanque Denis y me invitó a jugar con un grupo de argentinos y exjugadores al pádel. Empecé a tomar clases, mejorar, jugar con profesionales... Pero me pasé de la raya, jugaba dos o tres partidos por día. Me ponía tres horas a jugar para no pensar en otras cosas. El pádel me salvó la vida, conocí un montón de gente que antes no había conocido. Me abrió la cabeza un montón, antes estaba en mi burbuja, me encerraba, no salía de casa, era el capitán. Conocí más gente en un año que en siete años viviendo en Bérgamo", concluyó.