El mediapunta había tenido un impacto decisivo en el partido ante Osasuna. Se fue en velocidad tras un gran pase de Pedri y tras lanzar un sombrero, fue derribado por Sergio Herrera.
Dani Olmo (26) lanzó el penalti, pero el portero de Miranda de Ebro detuvo la pena máxima. Sin embargo, Moncayola estaba adelantado y Busquets Ferrer ordenó repetir el lanzamiento.
Ahí no falló el de Tarrasa. Olmo firmaba su octavo gol de la temporada, séptimo en liga. Pero la alegría no pudo ser completa, ya que pocos minutos después sintió unas molestias que le obligaron a pedir el cambio. Fermín entró en su lugar, tras mostrar evidentes problemas musculares, y Montjuïc coreó su apellido.