La roja recibida por Huijsen durante el partido ante la Real Sociedad debió de ser amarilla, según ha analizado el Comité Técnico de Árbitros (CTA) en su segundo programa 'Tiempo de revisión'.
El CTA ha considerado que lo más adecuado a la hora de juzgar esa acción que Gil Manzano decidió que era merecedora de expulsión era una cartulina amarilla "porque no se cumplen el 100 % de los condicionantes necesarios para dogso (evitar una oportunidad manifiesta de gol, por sus siglas en inglés) y que la sanción más ajustada hubiera sido tarjeta amarilla".
Eso sí, los expertos del arbitraje le dan la razón al VAR por no intervenir, puesto que sólo debe hacerlo "en errores claros, obvios y manifiestos", mientras éste en concreto admite, según ellos, "más de una interpretación. Por tanto, la decisión debía quedar en manos del árbitro principal y el VAR actuó correctamente al no intervenir", han comunicado.