Para siempre es mucho tiempo, sobre todo hacia el final. En julio de 2024, justo cuando España había triunfado en la Eurocopa unos días antes, Lamine Yamal, Pedri y Gavi acudieron a visitar las obras del Camp Nou, seguidos de varios periodistas durante una visita organizada por el club y a la que asistió Flashscore.
La rueda de prensa con la que concluyó la presentación fue optimista, ya que se prevé que el estadio abra sus puertas en noviembre, con un aumento gradual de su capacidad que llevará a la entrega total al final de la temporada 2025-2026, con las obras terminadas en agosto de 2025.
Septiembre de 2025: el Barça inicia su temporada en casa en el estadio Johan-Cruyff, con capacidad para 6.000 espectadores. Consecuencia de una negación institucional que provocó la 'liberación' del Estadio Olímpico de Montjuïc a final de temporada. El viernes, Post Malone estaba de concierto, así que la única alternativa era el estadio femenino (cuyo partido de liga se ha adelantado al viernes) y el equipo B, que esta temporada juega en 4ª división.
Los aplazamientos se acumulan
Tras obtener una dispensa de LaLiga para jugar los tres primeros partidos de la temporada fuera de casa, el Barça dio esperanzas de un resultado positivo en el Camp Nou (ya fuera a puerta cerrada o con un aforo de 27.000 espectadores), sin creérselo realmente.
El nuevo Camp Nou, y más ampliamente el Espai Barça, que incluye también la demolición y reconstrucción del Palau Blaugrana, es uno de los ejes económicos clave del Barça. También fue una culebra en el mar, sobre todo en la etapa de Josep María Bartomeu, cuyos primeros bocetos datan de 2016. En octubre de 2023, Joan Laporta presentó un primer modelo a los Socios del club. En aquel momento, la elección de la empresa turca Limak provocó el escalofrío de algunos, que acusaron al Barça de no favorecer a las constructoras españolas, y otros que tal vez soñaban en secreto con que se eligiera a una de las empresas de Florentino Pérez...
Pero más que nada, son las explicaciones demasiado perentorias las que están resultando contraproducentes y muy embarazosas para Laporta, que pensaba que estaba allanando un camino de oro hacia la reelección (sigue siendo favorito para sucederse a sí mismo, pero está dejando la puerta abierta a una oposición que ya está intentando organizarse). El coste total anunciado en abril de 2023 de 2.800 millones de euros, ¿seguirá siendo el mismo o se verá incrementado por tanto retraso?
En este caso, serán 9 meses, con la mitad del aforo anunciado. De hecho, el Barça debía entrar en su nueva casa a principios de 2025 ante 50.000 o 60.000 espectadores, aproximadamente la mitad de la asistencia prevista (104.500). Las obras habrían continuado durante una temporada, terminando al final de la temporada 2025-2026. Inicialmente, el 90% del tercer anillo y el 90% de los palcos VIP debían estar operativos en agosto de 2025. Además, el Palau Blaugrana debía ponerse en marcha entre enero y marzo de 2025: todavía no ha pasado nada. Es difícil imaginar que las obras de urbanización estarán terminadas a finales de 2027, como se había prometido...
Aunque había dicho que el Barça jugaría en el Camp Nou a finales de 2024, la vicepresidenta Elena Fort seguía siendo optimista en octubre, cuando la situación era crítica. Como muy tarde, sería para el partido contra el... Valencia el 26 de enero de 2025 con 62.000 espectadores, ¡según un abogado especializado en derecho urbanístico! ¿Prolongar el alquiler de Montjuïc hasta marzo? Era pura seguridad, pero no en vano, ya que el estadio olímpico acogió los partidos del Barça hasta final de temporada. Pero el 25 de junio, el club anunció oficialmente: "Nos vamos a casa, vamos a estar encantados".
Una vez más, el anuncio fue demasiado prematuro. Habrá que esperar unos días más para que el Camp Nou acoja un partido de Liga antes de que el PSG venga a jugar su primer partido de Liga de Campeones en casa de la temporada. Aunque aparentemente la UEFA ha aprobado la inauguración, aún queda una última licencia por adquirir, la del Ayuntamiento de Barcelona. Se cierra así la primera etapa de la construcción de un estadio que debería permitir al Barça recuperar su solidez financiera tras años de dificultades.
Y si los aficionados consideran que el proceso es lento, siempre pueden pedir consejo sobre paciencia a sus homólogos valencianos, que llevan esperando la entrega del Nou Mestalla desde agosto de... 2007.