Pregunta: Ahora le vemos enrolado en el banquillo de la Balompédica Linense, pero le tengo que preguntar, volviendo a su etapa como futbolista, si uno cuando es futbolista, donde prácticamente no le da tiempo ni a pensar entre maletas, viajes, entrenamientos y partidos, si uno siente vértigo cuando el fútbol se acaba. Porque ahora vemos que se ha reconvertido de futbolista a entrenador. Pero en ese momento, cuando el fútbol se acaba y cuando uno deja el fútbol en activo, ¿se siente vértigo o usted tenía un poco ya pensado qué ibas a hacer?
Respuesta: Yo creo que es un progreso. Creo que los futbolistas se están preparando poco a poco. Por eso, la edad, hasta los 35 o 36, sí que es verdad que ahora se está estirando mucho más, porque los jugadores se cuidan mucho más. La gente es mucho más atleta, tiene conocimientos de muchas cosas que a lo mejor en mi época no las teníamos y entonces se estira un poquito más la carrera. Pero yo la verdad es que no tuve vértigo, lo mío fue progresivo. Había un momento en el que yo veía que me iba de un chaval y al momento lo tenía encima. Y dije, retírate porque ya es el momento de hacerlo. Cuando ves que tu cabeza quiere pero tu cuerpo no, es el momento de dar un paso al lado y dejar a la gente joven de que siga su carrera.
P: Justo le iba a preguntar por eso, porque se retira con 35 años, después de una breve etapa en Ibiza y Lucena, y le iba a preguntar si paraba por el físico porque llega un momento donde al jugador le falta ilusión, que también puede ser, después de tantos años, de tanto sacrificio. Pero en su caso entiendo más, Javi, por lo que me dices que fue por el físico, porque ya no daba.
R: Sí, bueno, ilusión yo siempre he tenido mucha porque el fútbol es lo que más me ha gustado. Pero sí que es verdad que entre lesiones y problemas fuera de lo que es el fútbol...Me separé, porque al final el futbolista es una persona como cualquiera y nos pasan cosas. Yo tuve una separación de mi mujer, tuve una lesión de gemelo importante y me rompí ocho centímetros y ya no era lo mismo. Ya quería enganchar, pero ya mi cabeza no... Quería, pero el cuerpo no me dejaba. Entonces ya hubo un momento que dije, párate, porque es el momento de parar. Y la verdad es que no me puedo quejar de la carrera que he tenido. He sido un afortunado. Tengo que estar muy agradecido al fútbol por todo lo que me ha dado. Ya no en el aspecto económico, que ahí no me puedo quejar, sino en el aspecto humano de tantas personas que he conocido, tantos amigos que he hecho, compañeros, entrenadores... Es un abanico de cosas.

"La temporada 2000-2001 es enn la que exploto con un equipo humilde como el Alavés"
P: La verdad es que es una carrera absolutamente apasionante y brillante. Pero entiendo, Javi, que como jugador quizás su mejor etapa, en la que más ha disfrutado, ha sido en Vitoria, con esa final de la UEFA frente al Liverpool. Y a la vez, no sé si también ha sido su peor trago como profesional, perder esa final.
R: Al final se ve más el hecho de que fue una final y ese año metí 22 goles, más seis en Copa de la UEFA y que era mucho más importante esa temporada. Pero venía ya de hacer buenas temporadas con el Alavés en Segunda, con el Alavés en Primera el año de antes, con el Numancia que ascendí. Llevaba ya tres o cuatro años, con números importantes. Pero esa es la temporada donde yo realmente exploto, donde hago unos números increíbles en el Alavés. Es un equipo muy humilde y la verdad que ese fue mi mejor año por todas las vivencias que tuve, tanto a nivel deportivo como también fuera de lo que es el fútbol, porque también nació mi hija justamente ese año.
P: Del Alavés pasas al Milan. ¿Cómo se gestiona y se asimila un cambio tan grande, tan brutal? Porque como usted mismo decía, el Alavés al final no deja de ser un equipo histórico de nuestro fútbol, de Primera División incluso, pero oye, del Alavés al Milán había un paso gigantesco. ¿Cómo se gestiona? ¿Cómo recuerda que le llegue esa noticia del interés del Milan y cómo se concreta finalmente ese fichaje?
R: Yo prácticamente lo tenía hecho con el Barcelona. No lo tenía firmado, pero prácticamente lo tenía hecho y al final el Milan se metió por medio y fue así. Me fui para allí y fue una experiencia increíble, pero a mí me costó sobre todo, primero, adaptarme. Adaptarme a un idioma, a unas costumbres, a un fútbol totalmente diferente a lo que es el nuestro. Y hubo ahí un impacto de un mes, mes y medio, donde me costó. Luego ya me adapté y no hubo ningún tipo de problema. Creo que esa temporada, aquí lo recuerdo, que fui el tercer delantero que más goles metió, de los cuatro o cinco delanteros que estábamos allí, a pesar de que no jugaba mucho. Y la experiencia fue muy bonita. Lo que sí que es verdad es que cuando vas a un paso tan importante de un equipo humilde, y que yo venía de jugar en equipos humildes, pasar a un equipo así de ese poderío, es un paso muy importante.
"En España integrábamos más a los jugadores que venían de fuera"
P: Sí, porque al Milan llega y uno ve la plantilla de jugadores como como Maldini, Gattuso, Shevchenko, Inzaghi, Redondo, Pirlo. ¿Cómo es llegar a ese vestuario? ¿Usted cómo recuerda cuando llegas ese primer día y ve a todos esos cracks allí sentados al lado suyo compartiendo vestuario?
R: Sí que es verdad que cuando yo llegué allí, había jugadores muy reconocibles. A lo mejor Pirlo no era tan reconocido, Gattuso no era tan reconocido, porque a partir de ese año que estoy allí es cuando empiezan ellos a destacar. Pero sí que es verdad que estaba Maldini, estaba Costacurta, estaba Rossi el portero, Albertini, Marco Simone, Shevchenko, que ya también había destacado, Rui Costa que venía de la Fiorentina. Cuando llegas a un vestuario así con futbolistas tan importantes, el primer impacto es fuerte. Pero son personas y trabajas diariamente con ellos, eran gente súper cariñosa, súper cercana, y no hubo ningún tipo de problema. Sí que es verdad que a lo mejor nosotros aquí en España tenemos una ventaja, por lo menos antiguamente, ahora no lo sé. Pero antiguamente cuando venían jugadores de fuera intentábamos arroparlos, acogerlos un poco más, para que se adaptaran a nuestras costumbres, los llevábamos a comer un pincho o a comer a casa para integrarlos al máximo posible. Yo he estado en Inglaterra y en Italia y eso no lo he tenido. Me ha costado conseguirlo, sí que es verdad que he estado en casa de algún compañero, pero de uno o dos, cosa que aquí en España sí que es verdad que es más normal que vayas con la gente a tomar algo. Sin embargo, yo en Italia quiero recordar ni una sola vez que me dijeron de ir a comer o tomar una coca-cola, porque cada uno tenía su vida, acababa el entrenamiento y se iba. En cambio, en España nos íbamos, nos comíamos tres pinchos de tortilla y había más armonía.

"El Atleti es el equipo más compacto que hay en Primera División"
P: Otro equipo por el que paso después del Milan fue el Atlético de Madrid. ¿Qué le parece la temporada que está haciendo el Atlético de Madrid? ¿Lo ve luchando a final de temporada, por la Liga? No sé cómo lo ves en Champions. ¿Cuáles son sus sensaciones con el Cholo?
R: A priori a lo mejor no es el favorito, pero sí que es verdad que para mi gusto es el equipo más compacto que hay en la Primera División de hoy en día. Tiene un equipo muy completo en todas las líneas, es muy difícil de supera y tiene dinamita arriba. El Atlético de Madrid es candidato este año a ganar la Liga y así lo está demostrando. El que quiera ganarle se lo va a tener que currar mucho.
"Hoy en día, si ves el perfil de futbolista, son todos muy parecidos"
P: ¿Por qué en el fútbol de hoy en día cuesta tanto encontrar a delanteros y por eso se pagan tanto por los delanteros? Y yo creo que en su época, en los años 90, había muchísimos delanteros buenos que hacían goles. ¿Eso ha cambiado un poco? Ahora parece que escasean más, ¿no?
R: Yo soy de la opinión de la vieja escuela. Yo creo que la diferencia de los delanteros de esta época a los de mi época es que nos quedábamos en la calle, jugábamos en la calle todo el día. Hoy en día no ves niños en la calle. Ahora es todo muy mecanizado, todo muy controlado, y nosotros antes jugábamos en la calle, hacíamos trampas... El aprender a hacer cosas en la calle era lo que nos hacía a los futbolistas de esa época diferentes. Y hoy en día, si tú ves el perfil de futbolista, son todos muy parejos, muy similares, ¿no? Puede ser que haya uno como Messi, como Lamine Yamal, o Vinicius, o Mbappé, pero con la mano contada, ¿no? Además, es todo muy similar, todo muy físico, muy táctico, porque ya desde pequeños ya les enseñan a eso, ¿no?
P: Hablando de delanteros, le quería preguntar por un partido, no recuerdo exactamente cuál, en su etapa en el Milan, donde creo que la tuvo, con Shevchenko, en un penalti, ¿no? ¿Qué ocurrió exactamente, Javi?
R: No fue un penalti, pero no la tuve con él. Fue una falta con la Lazio, me hacen una falta en el minuto 93, 94, íbamos 1-1, ahí en Milan, y queríamos tirar todos la falta, ¿no? Imagínate, estaba Shevchenko, estaba Rui Costa, estaba Albertini, estaba Pirlo, estaba Marco Simone, todos querían tirar la falta, ¿no? Y yo lo único que hice fue echarme un metro para atrás y, de repente, llegó uno de los capos, que era Albertini, y cogió la pelota e hizo desaparecer a todos. Dijo que la iba a tirar él, y me quedé mirándolo y me dijo, ven aquí, que la vas a tirar tú. Y... él se puso que parecía que él la iba a tirar y en el momento en que la iba a tirar me la tocó a la derecha y le pegué y marqué, y ganamos 2-1. Pero tenerla no la he tenido con ningún compañero en Milan.