Osasuna visitaba el RCDE Stadium, una de las sedes elegidas para el Mundial 2030, con el objetivo de asentarse en esos puestos que dan acceso a competiciones europeas. La empresa se complica sin un futbolista como Bryan Zaragoza, cedido por el Bayern de Múnich y pieza clave para el plantel rojillo. Además, el duelo de la 17ª jornada no era uno más para Vicente Moreno, que regresaba al que fue su hogar tiempo atrás.
El Espanyol vio este viernes cómo el Valladolid se impuso al Valencia y la situación en el descenso está muy comprimida. Daba (casi) igual lo que ocurriera en el día anterior: los dirigidos por Manolo González necesitan sumar y una victoria garantizaba, al menos durante unas horas, dormir fuera del descenso. Javi Puado, capitán y líder en ataque, asumió galones en el inicio y protagonizó la primera llegada de los suyos.

Ni la retórica aristotélica sería capaz de convencer a alguien de quedarse a ver la segunda mitad tras lo visto hasta el descanso. La nada más absoluta. Cero emoción y menos diversión. La pasión por unos colores, porque sólo así puede entenderse, mantuvo a las 20.513 personas que ocupaban las gradas. En un día soleado y agradable en la Ciudad Condal, cualquier otro plan se presentaba más atractivo. Y si algo ofrece Barcelona es un abanico de posibilidades.
Ni sonrisas ni lágrimas
Tras algunas transiciones inertes y dos tarjetas amarillas (a Pol Lozano y Alejandro Catena, que estaban apercibidos y causarán baja la siguiente semana), al fin se fueron los jugadores a los vestuarios. Algunos espectadores, sobre todo los neutrales, podrían desear que no volvieran; sin embargo, salieron esos mismos 22 hombres. A la hora de juego, eso sí, Walid Cheddira reemplazó a Antoniu Roca. Y los niños sonríeron al ver una tablilla con números de colores.
La escuadra perica salió con un poco más de ganas tras la reanudación, aunque el encargado de probar suerte fue Raúl García, quien ni siquiera acertó a mandarla entre palos. Hay una estadística que no engaña, la de los goles esperados, y no puede ser más reveladora: 0.41 para los anfitriones y 0.26 en el caso de los visitantes, incapaces de tirar a portería. Desde luego, la radio deportiva hubiera muerto hace décadas si todos los partidos fueran como este.

En los compases finales, el recién ingresado Rubén Peña amenazó a Joan García tras hacer buena una fantástica asistencia del talentoso Aimar Oroz. Cuando los mejores aparecen a cuentagotas o incluso no están, la función se resiente; es como si Mufasa no acudiera al musical de El Rey León. Hubo que esperar a casi el descuento para ver la acción más destacada: un disparo preciso de Lozano que Herrera desbarató con una brillante parada. Luego, algún intercambio prometedor... y ya.
Jugador Flashscore del partido: Pablo Ibáñez.