Hace cuatro temporadas, Federico Valverde ya acumulaba goles como extremo derecho, en un papel híbrido de perforador defensivo pero compensador, multiplicando sus carreras para ayudar a un mediocampo envejecido. En 56 partidos, el centrocampista uruguayo acumuló 12 goles y 7 asistencias. La mejor temporada de su carrera. Pero con la llegada de Jude Bellingham, colocado como número 10 por detrás del dúo Rodrygo-Vinicius, Valverde recuperó poco a poco su sitio en el centro del campo y ya no volvió a abandonarlo con la contratación de Kylian Mbappé.
Al mismo tiempo, Valverde se considera un centrocampista e incluso fue por esta habilidad por la que el Real Madrid pagó cinco millones de euros en el verano de 2016 para traerlo de vuelta al Castilla. Problema: el jugador de 27 años ya no progresa en esa posición y está muy lejos de poder tomar el relevo de un Toni Kroos o un Luka Modrić. Incluso fue seriamente cuestionado a principios de temporada, cuando Xabi Alonso, como Carlo Ancelotti antes que él, constató la falta de creatividad de su centro del campo.
Atasco en el centro del campo
Tras un derbi madrileño totalmente infructuoso, el técnico vasco señaló el final de la dupla Aurélien Tchouaméni-Fede Valverde y sacó del vestuario a Dani Ceballos , antes de poder contar con el regreso tras lesión de Bellingham y Eduardo Camavinga... Alonso tenía algo más que ofrecer al uruguayo: el puesto de lateral derecho. Y aunque los primeros rumores apuntan a que Valverde lo está pasando mal con el nuevo rol, hasta el punto de que al parecer se negó a calentar antes del partido de Liga de Campeones ante el Kairat Almaty, el charrúa se defendió en un comunicado, insistiendo en que está a disposición de su entrenador sea cual sea la posición en la que tenga que jugar.
Un mensaje recibido con un 5 sobre 5 por el ex entrenador del Bayer Leverkusen, que por eso le ha hecho jugar de lateral derecho en los tres últimos partidos: contra el Villarreal, y luego contra el Getafe y la Juventus. Y su trayectoria es bastante buena: aunque a menudo sólo tiene que aportar su contribución física en el centro del campo, su capacidad para repetir incansablemente el esfuerzo en la banda derecha le convierte en un muy buen lateral. Además, también es capaz de crear espacios extra en el centro del campo o en ataque, y poco a poco se está convirtiendo en una auténtica navaja suiza en el once merengue.
Una posición para afianzarse como titular
Y de eso está encantado Alonso, que le felicitó tras su actuación ante el Submarino Amarillo: "Todos vimos cómo jugó. Fue un gran partido. Estuvo muy metido en el partido: creó ocasiones de gol, ayudó mucho en defensa y fue potente en las transiciones." Valverde también le está cogiendo el gusto a su nueva posición, aunque antes de enfrentarse al Kairat Almaty insistió en que "no había nacido para jugar de lateral" y que sólo era una suplencia "de emergencia". Filmado furtivamente por las cámaras de El Chiringuito, finalmente dijo que estaba "muy contento" de jugar en esta posición experimental y que lo había "disfrutado bastante".
Siempre está dispuesto a jugar, le pongamos donde le pongamos", dice su entrenador. Puede jugar en muchas posiciones. Juega en esta posición por las necesidades que tenemos. Es muy generoso y muy entregado al equipo. Le gusta sentirse útil e importante. En ningún momento ha expresado rechazo". Y es una espina menos para Alonso, que a menudo sólo tiene dos o incluso tres puestos que cubrir en su centro del campo, con un panel de pretendientes bastante amplio. Y Valverde ha recorrido un largo camino para recuperar su puesto de titular en el centro del campo, después de haber dejado el camino libre a sus rivales en los tres últimos partidos. Pero ahora tiene un nuevo papel perfectamente adaptado a él, y en el que muy bien podría consolidarse como un jugador indiscutible: el lateral derecho.