En un nuevo giro de su personalidad, el siempre extravagante Dani Alves (42) ha sorprendido a propios y extraños convirtiéndose en predicador dentro de congregaciones religiosas evangelistas.
Su vida ha dado un vuelco tras resultar absuelto de la acusación por un delito de agresión sexual que le obligó a permanecer en prisión durante más de un año.
Pero ahora, el exfutbolista brasileño ha visto la luz y ha encontrado refugio en los brazos de Dios. Tanto es así, que el pasado fin de semana se plantó frente a los feligreses de la Iglesia Cristiana Elim Girona pronunciando un testimonio desbordante de sentimiento sobre su renovada fe en el señor.
Las imágenes de su intervención han recorrido las redes sociales como la pólvora. El exinternacional brasileño aparece en ellas transmitiendo su discurso con gran convicción y ganándose la atención de los asistentes a la iglesia.
"Hay que tomar en serio las cosas de Dios y hay que tener fe. Yo soy una prueba de ello. Yo hice un pacto con Dios", asegura. "En medio de las turbulencias, en medio de la tempestad, siempre hay un mensajero de Dios. Y ese mensajero en el peor momento de mi vida, me recogió, me llevó para la Iglesia para el camino y hoy yo estoy en el camino gracias a ellos", agregó.
Ahora, Alves se aferra a la Biblia para reconducir una vida que se torció considerablemente tras los sucesos acontecidos en la discoteca Sutton de Barcelona. Ahora, se describe como "Discípulo de Cristo Jesús" en su Instagram y ha encontrado su vocación en difundir la palabra.