El 'invento' de Hansi Flick, previendo que el rival se encerraría atrás, de dar la titularidad a Rashford en el XI inicial y colocar a Raphinha en la mediapunta, resultó un fiasco. Y eso que el inglés empezó con ganas y a los cuatro minutos a punto estuvo de marcar en una acción en la que ganó la línea de fondo y se plantó, aunque sin ángulo, ante Pablo Cuñat. Fue, sin embargo, su único disparo.
Desde ahí, sus apariciones escasearon. Según datos de Opta, no falló ningún pase, 30 de 30, si bien no tuvieron incidencia en el ataque culé. Se quedó en un 0,03 de xG (goles esperados), el mismo porcentaje, por ejemplo, que Cubarsí. Su influencia fue cayendo conforme pasaron los minutos, cuando se empezó a hacer 'invisible' para sus compañeros, y el técnico decidió sustituirlo por Dani Olmo en el descanso para devolver a Raphinha al extremo izquierdo e intentar remontar el 2-0.
Casadó, señalado
Con Casadó también pasó algo similar. Después del deseo de la directiva de hacer caja con él y de que Flick dijese públicamente que contaba con el centrocampista, le dio la titularidad para ejercer el rol del ausente De Jong. Y Marc entró con ganas en su debut en Liga esta temporada.
Pidió la bola constantemente para organizar el juego y dio 61 toques al balón y 52 pases, de los que 48 fueron acertados, la mayoría en apoyos en corto. Sin embargo, aunque no es su función principal, no influyó en nada en sus compañeros de arriba y no puso ni un balón al área, como sí hizo Gavi, su sustituto, en una ocasión.
Sí hay que recordar que en una ocasión fue capaz de evitar lo que parecía un gol claro de Morales a la contra. Casadó le persiguió hasta el área y logró interponerse entre el balón y la portería en el momento del disparo del levantinista.
Pero en ataque su actuación fue plana. Así lo consideró también Flick, que lo dejó en el vestuario como a Rashford. Y en nada les beneficia a nivel individual que sin ellos se lograse dar la vuelta al marcador y sumar una nueva victoria en Liga. Quedaron señalados por su salida.