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Las razones del bajonazo del Girona tras una épica e histórica temporada

El entrenador del Girona, Michel, y sus jugadores saludan a sus seguidores tras perder el partido contra Osasuna
El entrenador del Girona, Michel, y sus jugadores saludan a sus seguidores tras perder el partido contra OsasunaJesus Diges / EPA / Profimedia
Una de las mayores sorpresas de la temporada 2023/24 de LaLiga fue la aparición del modesto Girona, que no consiguió dejar atrás la fase de la liguilla y se encuentra en una situación muy comprometida en el torneo doméstico.

A una hora de la costa de su más famoso rival, el Barcelona, los dos clubes no podrían ser más diferentes.

Para empezar, el estadio Montilivi, con capacidad para 14.624 espectadores, es actualmente el segundo más pequeño de la máxima categoría del fútbol español. Incluso el estadio provisional del Barça, el Lluís Companys, tiene una capacidad infinitamente superior (55.926 personas), pero cuando el nuevo Camp Nou esté terminado, los blaugranas jugarán ante 105.000 personas en el estadio más grande de Europa.

Vista general del Estadio Municipal de Montilivi.
Vista general del Estadio Municipal de Montilivi.ČTK / imago sportfotodienst / ©Manuel Blondeau/AOP.Press

El Barcelona también ha tenido a su disposición a los mejores jugadores del mundo durante años, mientras que el Girona -desde 2017, cuando fue adquirido por el City Football Group- ha ido utilizando la red de préstamos y el movimiento de jugadores entre las distintas entidades propiedad del CFG.

El hermano de Pep Guardiola, Pere, también posee una participación significativa en el club, lo que da lugar a la posibilidad de que un flujo constante de prometedores jugadores del Manchesteer City puedan aprender su oficio en los climas más soleados de Cataluña antes de dar el salto al primer equipo del City.

Savinho destacó en el Girona antes de fichar por el City

La temporada pasada, Savinho, ahora en el vigente campeón de la Premier League, fue uno de los jugadores más destacados del Girona, que se clasificó para la Liga de Campeones por primera vez en su historia.

Marcó nueve goles y dio 10 asistencias para que el equipo anotara la asombrosa cifra de 85 goles en liga, a sólo dos del Real Madrid, el campeón, y seis más que el cuadro azulgrana.

Acabar a sólo cuatro puntos de su rival local y cinco por delante del Atlético de Madrid fue un triunfo absoluto para el entrenador del primer equipo, Míchel.

Artem Dovbyk, del Girona, celebra su gol contra el Barcelona el 4 de mayo de 2024.
Artem Dovbyk, del Girona, celebra su gol contra el Barcelona el 4 de mayo de 2024.IPA, Independent Photo Agency / Alamy / Profimedia

Sin embargo, Savinho no fue ni mucho menos el máximo realizador del club en la 23/24. Ese galardón recayó en el delantero centro Artem Dovbyk, que cerró una temporada asombrosa con 24 goles y ocho asistencias, incluido el tanto de las dos victorias por 4-2 contra el Barcelona.

El central y mediocentro defensivo Eric García, cedido por el Barcelona la temporada pasada, fue capaz de marcar cinco dianas.

Los tres jugadores abandonaron el club el verano pasado: Dovbyk, a la Roma; Eric y el brasileño, a sus clubes de origen, lo que significa que la mayor parte de la producción goleadora iba a quedar en manos de Viktor Tsygankov y Cristhian Stuani en la temporada 2024/25.

El Girona no ha visto puerta esta temporada

Tsygankov no ha estado cerca de repetir sus ocho goles y siete asistencias de la temporada pasada (dos goles y cuatro asistencias en la 24/25), mientras que Stuani lleva siete chicharros y dos asistencias en la presente campaña, a sólo nueve y tres de la 23/24, y se sitúa como máximo goleador de esta temporada.

38 goles del equipo en lo que va de curso, con sólo seis partidos por jugar, deja entrever uno de sus principales problemas y, quizás, en retrospectiva, siempre iba a ser así si el club era incapaz de impedir que sus principales contribuyentes a la columna de goles de la temporada pasada siguieran adelante.

Cristhian Stuani del Girona reacciona durante el partido contra el Deportivo Alavés
Cristhian Stuani del Girona reacciona durante el partido contra el Deportivo AlavésJavier Borrego / Zuma Press / Profimedia

Pero no se trata sólo de los goles, ya que la libertad y la valentía que mostró el Girona la temporada pasada prácticamente han desaparecido, a pesar de trabajar bajo las órdenes del mismo entrenador y practicar el mismo tipo de fútbol.

En la 23/24, los jugadores no tuvieron miedo de disparar a puerta, y la precisión con la que lo hicieron fue máxima. Portu (68,8%), Dovbyk (59,7%) y Savinho (58,8%) fueron cruciales en este sentido.

Los pases también fueron nítidos y limpios, y sólo dos de los titulares, Paulo Gazzaniga (75,9%) y Artem Dobvyk (71,8%), bajaron del umbral del 80%.

El Girona se ha vuelto aletargado y previsible en 2024/25

Las salidas rápidas desde atrás se convirtieron en un rasgo característico y su interacción era aguda, precisa y emocionante, pero ya no.

El Girona se ha vuelto letárgico y previsible, y los equipos que fueron arrollados por ellos en la 23/24 ahora se defienden contra ellos con facilidad.

Stuani, por ejemplo, sólo ha recuperado nueve balones en toda la temporada, mientras que incluso el combativo Oriol Romeu y su compañero en el centro del campo, Donny van de Beek, han perdido más duelos de los que han ganado.

Donny van de Beek, del Girona, reacciona durante un partido de la Liga de Campeones 2024/25.
Donny van de Beek, del Girona, reacciona durante un partido de la Liga de Campeones 2024/25.IPA / SplashNews.com / Splash / Profimedia

En el caso del neerlandés, 66 intentos infructuosos han permitido a los equipos rivales cortar el centro del campo como un cuchillo en mantequilla.

Aunque las estadísticas de pases en general parecen mantenerse a un alto nivel esta temporada, en su mayor parte, esos pases se han producido en el propio campo del Girona.

En cuanto a la precisión en el último tercio del campo, se ha producido un enorme descenso en comparación con la campaña anterior.

Gazzaniga debería avergonzarse de su 16,3% de acierto, mientras que Stuani se queda en un 47,7% de acierto en la zona del campo en la que se desenvuelve, muy por debajo del 72,7% de la temporada pasada.

La Liga de Campeones ha sido un fracaso

En ataque, la mayoría de los jugadores tampoco se han cubierto de gloria, a lo que hay que añadir la carga añadida de tener que disputar partidos europeos en 24/25 -con una plantilla reducida, todo hay que decirlo-.

La campaña del Girona en la Liga de Campeones fue un fracaso.

Acabó 33º de 36 equipos en la fase de liga de la competición, perdió siete de sus ocho partidos y sólo ganó uno (2-0) contra el Slovan de Bratislava, 35º, en la tercera jornada.

Martin Odegaard, del Arsenal, en acción durante el partido de Liga de Campeones contra el Girona en el Estadio Municipal de Montilivi el 29 de enero de 2025.
Martin Odegaard, del Arsenal, en acción durante el partido de Liga de Campeones contra el Girona en el Estadio Municipal de Montilivi el 29 de enero de 2025.Martin Silva Cosentino / Alamy / Profimedia

No es difícil entender que el nivel de confianza tras semejante varapalo en Europa se trasladara a su juego en la liga esta temporada y, actualmente en LaLiga, el club está luchando por mantenerse en la categoría.

Sólo un puesto y dos puntos por encima de los tres últimos, dos de los seis últimos partidos del Girona son contra los dos últimos clubes de la división (Leganés y Valladolid), aunque los otros cuatro son contra equipos de los 10 primeros (Mallorca, Villarreal, Real Sociedad y Atlético de Madrid).

A menos que Míchel quiera dirigir a un equipo de segunda división la próxima temporada, el técnico de 49 años necesita reunir a sus tropas para dar un último empujón que les permita superar la línea y vivir un día más en la élite del fútbol español.

Jason Pettigrove
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