Marcelo (37) se marchó del Real Madrid en 2022 tras 36 años y 25 títulos conquistados (incluidas 5 Champions). Sin duda, una trayectoria de leyenda que ahora, una vez retirado, le está reportando reconocimientos de diversa índole, como estar entre los mejores jugadores históricos de un videojuego.
Sin embargo, pese a la devoción que le profesan desde fuera, él no se ve tan arriba: "Nunca me sentí como una leyenda, pero me parece guay que para los niños sea increíble. Verme así es muy bonito. Me gusta el EA Sports FC 26 y juego mucho con mis hijos", expresó, durante una charla con As.
"¿Cómo estoy yo ahí? Es imposible…", bromeó, con su habitual buen humor, cuando le recordaron que ahora acompaña a gigantes de la talla de Ronaldo, Maradona, Pelé, Ronaldinho o Zidane.
En esa línea de mantener un perfil bajo, no quiso ponerse por encima de nadie en la carrera por ser el mejor en su posición: "No es que no me guste, entiendo a la gente. Yo digo que Roberto Carlos es el mejor de la historia y a lo mejor a él no le gusta. O de central Sergio Ramos… Siempre fui muy tranquilo en cuanto a esto porque en el fútbol no juegas solo. Es el equipo. Cuando hablas de mi palmarés, es el Real Madrid. Yo fui funcionario del Real Madrid. El título es nuestro, pero no se consigue solo. Yo no me puedo comparar con otro ni pensar que soy el mejor de la historia", dijo.
Un lateral diferente
Posteriormente, el de Río de Janeiro describió las características que forjaron su fútbol: "Depende de cada equipo y cómo juega. Yo he sido lateral izquierdo con alma de delantero. Siempre he querido ir hacia adelante porque un regate es mucho mejor una entrada. Meter un gol o dar una asistencia siempre es mejor que robar un balón. Tuve que aprender. No he sido de los mejores defensas, está claro. Estaba más tiempo ahí arriba que abajo, pero no me ha ido mal. He disfrutado de cada momento", comentó.
"Tengo la certeza de que el fútbol sala me ayudó muchísimo. Y sigue ayudándome porque juego las pachangas. Los niños tienen que jugar al fútbol sala, pisar el balón. Muchas veces veo a entrenadores diciendo que los niños no pueden pisar el balón… Si miras a los cracks de hoy en día y del pasado, siempre pisan el balón", prosiguió.
"Mi fútbol siempre ha sido muy callejero y feliz. Viene de ahí. Hay que tener mucha seguridad en sí mismo. Yo siempre regateaba atrás y sabía que si perdía el balón...", sentenció.