La derrota del sábado amplió la racha sin ganar del Girona a cuatro partidos en todas las competiciones y es octavo en la liga, a dos puestos de la última plaza de clasificación europea.
Además, el conjunto gerundense está teniendo un debut complicado en la Liga de Campeones, donde ha perdido cuatro de sus cinco primeros partidos, y a mediados de semana fue eliminado de la Copa del Rey por el Logrones, de la cuarta categoría.
"Hay partidos que, en este momento, nos vienen un poco grandes, como éste (contra el Real Madrid) o algunos de la Liga de Campeones", dijo Míchel en rueda de prensa.
"Eso te castiga porque los jugadores ven que el año pasado lo estaban haciendo mucho mejor y este año no es tan fácil".
Míchel dijo que una buena racha reciente en la liga había aumentado las esperanzas de que estaban en el buen camino.
"Llevábamos cuatro partidos invictos en LaLiga, hoy hemos perdido y las expectativas eran altas", añadió."Dije que quería clasificarnos para Europa y quiero dar ese impulso a esta plantilla. Tantos partidos, en tres competiciones, nos está costando mucho".
También se refirió a los cambios en su plantilla tras la salida y llegada de varios jugadores durante el verano.
"Es difícil, estructuralmente, porque hemos cambiado muchos jugadores. No hemos podido entrenar mucho juntos y ha habido muchas dificultades para hacer una buena pretemporada", dijo el español.
"Todo lo que comparamos con el pasado es negativo. Somos un club en alza y estamos haciendo las cosas bien. Hemos tenido que vender jugadores".