¿Se puede definir como una gestión aceptable acudir primero a LaLiga, después a la RFEF y luego al CSD para inscribir a dos jugadores de la plantilla? ¿Es válido mencionar que no ha existido negligencia cuando es enero y Dani Olmo se inscribió gracias a una lesión de Christensen? En el multiverso del Barça, ese que sostenía hace unos años que "hemos vuelto" tras ganarle al Real Madrid una Supercopa de España en Arabia Saudí, todas las posibilidades pueden ocurrir.
El Camp Nou iba a estar para antes de enero... Ahora no hay fecha para el regreso del campo barcelonista.
Nico Williams iba a convertirse en la dupla ofensiva con Lamine Yamal... Nico está más que feliz en el Athletic. Acaba de rechazar una oferta del Arsenal de Arteta y otra del Bayern al inicio de la temporada.
Se va a inscribir a Olmo... Es enero, repito, es ENERO y el club acudió al CSD, un tribunal ajeno a Laliga, porque no encontró más fórmulas para ganar tiempo en medio de un escenario complicado. Más si se analizan los resultados deportivos que reflejan a un Barça que perdió cima de LaLiga con el Atlético de Madrid de Diego Simeone en menos de dos meses.
Elena Fort, en la mañana de este miércoles, sostuvo que "no ha habido ninguna negligencia por parte del club. Hemos tenido plan A y plan B y C. Si hoy en día no están inscritos no es por una mala gestión, todo lo contrario".
La imagen del club está por los suelos.
El que fuera el club más prestigioso de la primera década de los 2000, ahora tendrá que adaptarse a una realidad en la que los canteranos volverán a potenciar una plantilla que necesita regresar a la regla 1:1 para obtener algo más de calma.
En caso de no volver, las palancas de emergencia, como la de Barça Vision o la más reciente de los palcos VIP del Camp Nou seguirán "hipotecando" a un plantel histórico que merece respeto.
El Barça merece respeto.
Merece regresar al lugar en donde se sostuvo durante las eras de Cruyff, Guardiola y Luis Enrique.
Marece estabilidad, economía y un alto nivel competitivo.
