Serán cinco millones de euros los que pague el Mallorca por el centrocampista cántabro, que aun así seguirá bajo la supervisión de un Barcelona que se guardará la mitad de sus derechos económicos en caso de traspaso a un tercer equipo, así como también una opción para repescarlo.
La superpoblación que existe en la plantilla azulgrana en el rol de interior, con Pedri, Gavi, Fermín, Dani Olmo o incluso Raphinha, Casadó o De Jong, ha impedido a Pablo Torre disfrutar de continuidad. De ahí que el internacional sub21 busque minutos en un equipo con ciertas aspiraciones y con garantías de juego. Y Jagoba Arrasate al frente de los baleares se lo puede dar.
Tan avanzadas están las negociaciones que Pablo Torre recibió el permiso del Barça para no presentarse a los exámenes médicos previos al comienzo de los entrenamientos este lunes 14 de julio. Tampoco se le espera para ese trabajo ya en el césped.