Está claro que, a pesar de su voluntad de ganarse un puesto en el once inicial del Barça, Ansu no entra en los planes de Flick.
El técnico alemán parecía haber dado al jugador de 22 años la oportunidad de demostrar su valía la temporada pasada, pero el actual número 10 no debe haber impresionado demasiado en los entrenamientos, ya que apenas tuvo impacto en la campaña 2024/25.
Teniendo en cuenta todo lo que ya le ha pasado en su carrera, cuesta creer que aún sólo tenga 22 años y que, teóricamente, le falten entre cuatro y cinco años para alcanzar su supuesto cénit como jugador.
Fati se convirtió en una superestrella adolescente de la noche a la mañana
Allá por 2019, Ansu tenía el mundo del fútbol a sus pies, y la frecuencia con la que batió récords con el Barcelona hizo que se convirtiera en una superestrella adolescente casi de la noche a la mañana.
Una vez que quedó claro que Lionel Messi dejaría el club, era obvio que los seguidores del club irían rápidamente en busca de un sustituto adecuado al que venerar, aunque entregar a Fati el codiciado dorsal número 10 con solo 18 años no ha sido, en retrospectiva, más que una maldición.
No olvidemos que, aparte de Messi, el mejor jugador de la historia del Barcelona, el sagrado dorsal número 10 ha estado reservado a jugadores como Ronaldinho, Diego Armando Maradona, Romario, Rivaldo y Juan Román Riquelme, entre otros.
El de Bisáu podría haberse convertido en el más joven en marcar y asistir en un partido de LaLiga, en el más joven en marcar en un partido de la Liga de Campeones, etc., pero "ungirlo" como el salvador del club en sus horas más oscuras fue un enorme gol en propia meta por parte del Barça.
Las lesiones y la pérdida de forma dejaron a Ansu fuera de juego
Una lesión de menisco en noviembre de 2020 le mantuvo nueve meses apartado de los terrenos de juego, pero su recompensa cuando volvió a la acción al inicio de la temporada siguiente fue entregarle esa camiseta con el '10'.
La presión de cargar con las esperanzas y los sueños de miles de fieles seguidores, unida a un cuerpo que no podía soportar los rigores del fútbol de élite, hizo que siguiera siendo susceptible a otras lesiones y que nunca volviera a ser tan bueno como antes.

Ni siquiera una cesión al Brighton, donde marcó seis goles y dio dos asistencias en 33 partidos en todas las competiciones, pudo considerarse un éxito.
Su toque de balón le había abandonado, y su juego se había vuelto forzado en lugar de la forma más natural que había definido su carrera antes de la lesión.
Hoy en día, su incorporación al Mónaco parece estar cada vez más cerca.
Es probable que el Barcelona ceda a Yamal el dorsal 10
En caso de producirse, lo más probable es que el '10' pase a manos de la nueva superestrella adolescente del Barcelona, Lamine Yamal.
A sus 17 años, es incluso más joven de lo que era Fati cuando asumió la responsabilidad de llevar una camiseta tan emblemática, y aunque Lamine todavía no ha sufrido lesiones en la medida en que lo hizo Ansu, ha tenido que aprender rápidamente a lidiar con una fama casi instantánea.
Ha batido todos los récords anteriores de Ansu en el club, además de establecer otros nuevos en competiciones europeas y con España, y se quiera admitir o no, ya es el hombre al que recurre el Barcelona.
En realidad, el problema de Lamine no es ése. Son las constantes comparaciones con Lionel Messi.
El hecho de que ambos sean zurdos, que puedan superar con facilidad a jugadores por dentro o por fuera, que sean expertos en marcar y asistir (Lamine logró 18 goles y 25 pases de gol en la 24/25) y que les encante desmarcarse desde la banda y buscar el remate con rosca que se cuela por la escuadra contraria, no significa que sean ni de lejos iguales.
Lamine no es el nuevo Messi
La leyenda de Leo se forjó a lo largo de años jugando al fútbol de la más alta calidad, y a la edad que tiene ahora Lamine, sólo había marcado un gol y disputado nueve partidos con el primer equipo.
Que Yamal sea ya un centurión del Barcelona en cuanto a partidos disputados no sólo es notable, sino también increíblemente peligroso.
De hecho, la necesidad inherente de que haya un nuevo Messi en el club ha hecho que el sentido común pase a menudo a un segundo plano.
Si el club y los representantes de Lamine tenían y tienen realmente en cuenta sus intereses, entonces hay que tener una visión más amplia de su longevidad en el equipo.
El joven de 17 años no sólo debería inspirarse en lo sucedido con Ansu, sino también en Pedri, de quien no mucho después de irrumpir en el primer equipo se esperó demasiado y demasiado pronto por parte del Barcelona.
El Barcelona vuelve a sentar un precedente peligroso
Antes de Messi y antes de Guardiola, aunque siempre había un clamor por el éxito (como lo hay en muchos clubes de élite), no se acercaba ni de lejos a la inmediatez en términos de resultados y rendimiento que exige todo el mundo hoy en día.
Si los clubes se ven obligados a hacer lo mismo, el acceso rápido de los jóvenes a la selección absoluta se convertirá en algo habitual, sentando otro peligroso precedente.
Lamine Yamal todavía está en la cresta de la ola, pero esperemos a ver cómo se desenvuelve y cómo reacciona el Barcelona cuando rompa la ola...
