Centro de datos del Valladolid-Atlético de Madrid
Con el ambiente enrarecido por las múltiples peticiones a Ronaldo Nazário para que venda el club, con Pezzolano sancionado y escuchando desde un palco acristalado más cánticos para que se vaya con el Fenómeno, y con un Atlético en racha, las cosas en Pucela para los locales pintaban mal no, sino lo siguiente.
La resistencia del Valladolid no llegó ni a los 10 minutos. Mantuvo el empate hasta casi la media hora, pero ya se apreciaba la inseguridad en defensa, la impotencia ante el juego rojiblanco. Giuliano Simeone y Llorente por la derecha, como Javi Galán por la izquierda, eran puñales afilados. De Paul campaba a sus anchas en la medular y Julián Álvarez estaba con el aguijón preparado para picar a quien se pusiera por delante.

Fue Lenglet el que abrió la lata tras una asistencia de Llorente, al que permiteron entrar en el área como cuchillo en mantequilla. Su pase encontró en el segundo palo solo al central francés, que se limitó a empujar para firmar el 0-1.
A partir de ahí, más facilidades de los anfitriones, unos amigos en los que sólo intentaba algo Raúl Moro. El resto ya había dimitido. Y así llegó el 0-2. A Giuliano Simeone le acababan de anular un gol por fuera de juego. Enrabietado, dejó en evidencia a Javi Sánchez por velocidad y habilitó a Griezmann. El disparo del francés lo repelió Hein, pero el rechace cayó a los pies de Julián Álvarez, quien marcó a puerta vacía.
Y solo dos minutos después, ya en el 37, el Atlético rozó el rizo. Combinando como nunca desde la medular, jugando a dos toques, tirando paredes, Javi Galán se coló como un misil en el área para ceder atrás. Allí llegó De Paul para anotar el 0-3.
Aún pudo ser peor la paliza para el Pucela si no se anula el gol de Giménez por fuera de juego del talón de Griezmann. Ni por milímetros, vamos. Para una parte de la afición vallisoletana dio igual, ya habían visto demasiado y comenzó a huir del estadio.
Griezmann gourmet
Aquellos que se marcharon se perdieron uno de los goles de la temporada que aplaudió todo el estadio. Merecidísimo cuando Griezmann, tras una pared con Julián, se llevó el balón con un control orientado de tacón y un remate suave, delicado y placentero con el exterior para superar a Hein. Un golazo y 0-4.
Ocasiones atléticas hubo más, como sorna del público para con los suyos, gritando "huy" por algún control fallido o por un remate desviado. Y claro, ya para cerrar, en el tiempo añadido, también los suplentes quisieron su minuto de gloria. Así llegó la manita, el 0-5, de Sorloth a pase de Correa.
Mala pinta tiene esto para un Valladolid que seguirá siendo el farolillo rojo de una clasificación que tiene a los del Cholo segundos, a solo dos puntos del Barça y por encima del Real Madrid, que tienen dos partidos menos.

Jugador Flashscore del partido: Julián Álvarez (Atlético de Madrid).