Después de sumar cuatro puntos en sus dos primeros partidos clasificatorios para el torneo de 2026 ante Dinamarca y Bielorrusia sin encajar goles, Escocia comenzó con buen pie en Glasgow.
Aun así, el equipo local respiró aliviado al no verse por detrás en el marcador en el minuto ocho, tras una gran combinación entre Christos Tzolis y el capitán Tasos Bakasetas, cuyo centro raso fue rematado de forma desastrosa por Vangelis Pavlidis con la portería prácticamente vacía.
Escocia fue creciendo con el paso de los minutos en la primera parte, aunque generó muy poco peligro. Sin embargo, se mostró sólida en defensa y apenas permitió a Grecia ocasiones claras.
Pese a que la afición escocesa había visto a su selección ir perdiendo 2-0 al descanso ante este mismo rival en Hampden en marzo, en una desastrosa vuelta de la repesca de la UEFA Nations League, la Tartan Army no quedó satisfecha con el empate al descanso y despidió a Escocia con abucheos.
El ánimo no mejoró cuando Pavlidis dispuso de otra oportunidad para adelantar a Grecia al inicio de la segunda mitad, cabeceando por encima del larguero un centro de Kostas Tsimikas. Poco después, Georgios Masouras lamentó su falta de puntería tras enviar el balón por encima del travesaño de Angus Gunn desde muy cerca.
Escocia se vio obligada a realizar el primer cambio del partido por los problemas físicos de Aaron Hickey, entrando Anthony Ralston en su lugar. Billy Gilmour también saltó al campo en ese momento, sustituyendo a Ben Gannon-Doak, aunque el ritmo del encuentro no varió.
Por eso no sorprendió que Grecia abriera el marcador poco después de la hora de juego, tras una gran jugada colectiva que terminó con Pavlidis rematando y John Souttar bloqueando el disparo. Sin embargo, Tsimikas aprovechó el rechace y marcó, provocando el enfado de la afición local.
De forma inesperada, Escocia reaccionó de inmediato y empató tras un córner ejecutado por Ryan Christie. El centrocampista del Bournemouth aprovechó un mal despeje de cabeza de Konstantinos Mavropanos y batió a un Konstantinos Tzolakis que pudo hacer más.
El empate fue validado tras la revisión del VAR y Hampden estalló de alegría. La remontada se completó poco después, de nuevo a balón parado, cuando una falta lanzada por el capitán Andrew Robertson acabó en los pies de Lewis Ferguson, que no perdonó.
La sentencia llegó en el tiempo añadido, cuando Tzolakis cometió un grave error al intentar atrapar el balón y el recién ingresado Lyndon Dykes aprovechó para marcar y desatar la locura en las gradas.
Escocia no ha logrado encadenar cuatro partidos consecutivos sin encajar goles en fútbol internacional desde marzo de 2014, pero sigue a la estela de Dinamarca en el Grupo C. Por su parte, Grecia lamentará haber dejado escapar una gran oportunidad.
Jugador Flashscore del Partido: John Souttar (Escocia)