Cesó la horrible noche. Colombia finalmente pasó la página, superó el bache de seis partidos sin conocer el triunfo y cerró las eliminatorias con dos goleadas al hilo. La primera, por 3-0 ante Bolivia en el Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla; la segunda, frente a Venezuela, por 3-6, en una noche muy triste para 'la vinotinto'.
La sensación que deja la eliminatoria para Colombia, de otra parte, es agridulce: sin duda, se consiguió el objetivo, que era meterse en posiciones directas para ir al Mundial y evitar el repechaje. Sin embargo, esos seis partidos sin ganar, en los que se dejó escapar resultados contra rivales como Uruguay, Argentina o Brasil en los últimos minutos de los encuentros, pesa y bastante.
En materia estadística, el balance de Colombia en las eliminatorias es positivo: de 18 partidos, la tricolor ganó siete, empató siete y perdió cuatro. Unas cifras que sobre el papel son buenas. Más si se revisa que se derrotó a Argentina y a Brasil en la primera vuelta en Barranquilla.
Lorenzo, en ese sentido, obtuvo el 52% de rendimiento. Es decir, un poco más de la mitad. Un poco más que lo justo y, aun así, gracias al nuevo formato, logró clasificar en la tercera posición de la eliminatoria, empatando en puntos con Uruguay, Ecuador y Paraguay. La diferencia de gol de Colombia fue superior.