El criterio principal de desempate en esta fase premundialista la establece la FIFA en base al criterio de la diferencia de goles absoluta, es decir, la conseguida en todos los partidos disputados del grupo. Si aun así siguieran empatados, se clasificaría el que hubiera anotado más goles. Y si no, ya sí habría que mirar el average particular entre los equipos igualados.
Si lo extrapolamos todo a la lucha que mantienen España y Turquía, las únicas selecciones con opciones de quedar primeras y, por tanto, de ganarse por la vía directa el acceso al Mundial, la Roja acude a la última jornada con un espectacular +19 (19 goles a favor y cero en contra). Los otomanos llegan con un +5 (15 dianas a favor y 10 en contra).

Esto quiere decir que para que los de Luis de la Fuente cedan su privilegiada posición, deberían perder por siete o más de diferencia. Un 0-7, por ejemplo, reduciría su average a +12 y subiría el de los turcos a +12. En ese caso, estos habrían marcado 22 goles por los 19 de los españoles, por lo que el billete para Estados Unidos, México y Canadá sería para Turquía. Del mismo modo, les valdría un 1-8 o un 2-9, pero no un 0-6 o un 1-7.
Parece, después de cómo se ha desarrollado esta clasificación, imposible que España pudiera encajar una derrota de esa índole y en casa, pero el enemigo quiere hacer bueno eso de 'mientras hay vida, hay esperanza'.
