"Ese nuevo comienzo que supone su llegada, esa energía (...) trae esperanza de vuelta para el momento difícil que vivíamos", declaró en rueda de prensa en Sao Paulo el capitán del Paris Saint-Germain, flamante vencedor de la Liga de Campeones.
En su debut, Ancelotti, de 65 años, está llamado a mejorar la imagen de Brasil, que marcha cuarto en la clasificatoria sudamericana para el Mundial de Norteamérica en 2026, a 10 puntos de la líder y ya clasificada, Argentina.
Tras visitar a Ecuador el jueves en Guayaquil, en la jornada 15 de 18, la Canarinha recibirá el martes a Paraguay.
El central, de 31 años, destacó las cualidades del hasta hace poco entrenador del Real Madrid.
"Ya mostró la fuerza que tiene, lo que puede hacer dentro del fútbol, su inteligencia", afirmó el defensa, donde la Seleção se entrena desde el lunes antes de viajar a Ecuador.
Marquinhos subrayó también la capacidad de adaptación de Carletto y estableció paralelos entre la transformación en los últimos años del PSG y el desafío que enfrenta Brasil, que no gana el título mundial desde 2002.
Recordó que el club parisino "tuvo que trabajar con los jugadores que tenía", tras la salida de astros como Kylian Mbappé y que, pese a ello, logró la corona europea el sábado contra el Inter de Milán (5-0).
"Carlo tendrá que hacer lo mismo, ser consciente de los jugadores que tiene en la mano y colocar toda la calidad en pro del equipo", comparó.
Por su parte, Alexsandro Ribeiro, defensa de 25 años del Lille francés y gran novedad de la convocatoria, relató su difícil camino hasta llegar a los pentacampeones del mundo.
"Ningún club aquí en Brasil quiso quedarse conmigo, nadie. Fui a Europa, llegué ahí a la tercera división (...) pero si no hubiera pasado por nada de eso no habría llegado a la selección", dijo el zaguero.