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Mikel Merino empieza a emular a Santillana

Mikel Merino, tras marcar uno de sus goles a Bulgaria
Mikel Merino, tras marcar uno de sus goles a BulgariaFLORENCIA TAN JUN / GETTY IMAGES EUROPE / GETTY IMAGES VIA AFP

Mikel Merino ha marcado de cabeza la mitad de sus diez goles como internacional español. El jugador del Arsenal se convirtió en el octavo futbolista en hacer un doblete de testarazos, suerte históricamente por Carlos Santillana, el cabeceador por excelencia.

Mikel Merino es un futbolista camaleón. El mediocentro que ha ido desarrollando un alma de '9'. Adaptado a su nueva realidad de tener una nueva y mejor relación con el gol, hay algo que no cambia: su poderío aéreo. Que luce también en la Selección Española y que reflota el aroma de Carlos Santillana, el mejor rematador de cabeza de siempre en España. 

Aunque la comparativa más reciente podría hablar de Sergio Ramos, otro gran dominador de esta suerte, el registro conseguido ante Bulgaria legitima el ejemplo. El futbolista del Arsenal se unió a la lista de siete privilegiados en marcar un doblete de testarazos con España. En ella estaban Manolo, Raúl, Urzaiz, Raúl Tamudo, Fernando Llorente, Diego Costa y, cómo no, Santillana, quien lo consiguió en un par de ocasiones. 

Y no es casualidad, sino hábito. De sus diez tantos como internacional español, la mitad de ellos han sido en remates de cabeza. Los dos del martes a Bulgaria dieron continuidad al otro logrado a domicilio en el choque de ida; sus tres tantos ante ellos han sido iguales. 

Estadísticas de Mikel Merino
Estadísticas de Mikel MerinoFlashscore

El gol a Alemania

El par restantes dicen también mucho de su desempeño: el primero con 'la Roja', contra Chipre, fue así. Entrando desde atrás con poderío para imprimir un fuerte frentazo en la corona del área pequeño tras centro de Nico Williams. 

Y, cómo no, en el imaginario colectivo está la preciosidad de tanto a Alemania que metió a España en semifinales de la Eurocopa a segundos del fin de la prórroga. Resultó un cabezazo impecable, que él mismo Santillana habría firmado: tras un salto muy potente, más aún tras tanto desgaste físico, se suspendió en el aire, abrió las piernas en tijera y dio un pase a la red con la testa. Un gol señero para él y más que definitorio de un arte futbolístico al que ya nos ha acostumbrado. 

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