El Manchester United ha recibido luz verde para ir a por el guardameta del Amberes, un jugador al que llevan siguiendo desde que se abrió el mercado.
La idea es que Lammens llegue para competir con Onana por el puesto de titular, más que para sustituirlo directamente.
Pero si Altay Bayindir es quien inicia el partido en Craven Cottage, fuentes del club mancuniano admiten que sería una señal clara de que la directiva está dispuesta a empujar a Onana hacia la salida.
Eso supondría un momento clave al cierre del mercado y ahora Onana espera saber si está luchando solo por su puesto en el XI o por seguir en el club.
Siguen haciendo falta refuerzos en varias posiciones, especialmente en el centro del campo, pero la reconstrucción se ha estancado. Lo que empezó con Matheus Cunha y tuvo su punto álgido con Benjamin Sesko ha perdido impulso justo cuando el objetivo era reforzar la medular.
Carlos Baleba fue señalado como el pilar sobre el que Rúben Amorim quería construir su proyecto, y el United estiró su presupuesto para intentar sacarlo de Brighton. Pero la negativa del club a venderlo ha obligado a buscar alternativas y, hasta ahora, todos los caminos parecen cerrados. Adam Wharton es intocable en el Crystal Palace, Morten Hjulmand solo saldría por el valor total de su cláusula y los rumores sobre Angelo Stiller generan escepticismo.
La mayor frustración está en quienes no han salido. Antony, Jadon Sancho, Rasmus Hojlund y Alejandro Garnacho fueron puestos en el mercado, pero ninguno ha cambiado de equipo. Ese atasco ha congelado la reinversión y ha dejado a la plantilla prácticamente bloqueada.
Amorim estaría encantado de volver a trabajar con Hjulmand tras su etapa juntos en el Sporting, pero por ahora no tiene margen de maniobra. Los responsables de fichajes han recibido la orden de esperar y, salvo que surja una oportunidad de última hora, el centro del campo podría quedarse igual cuando cierre el mercado.
La llegada de Lammens al menos aliviaría la situación en la portería, aunque tampoco es el tipo de fichaje que entusiasma a una afición que ya ha perdido la confianza tanto en Onana como en Bayindir.
Ya sea en la portería o en el centro del campo, la indecisión del United amenaza con marcar su temporada. Y en el Fulham el domingo, el once inicial podría mostrar hasta dónde están dispuestos a llegar.