En el día en que Antonio Conte volvió a su querido 3-5-2, fue la Lazio la que empezó con fuerza desde el principio. Primero fue Nuno Tavares quien comprometió a Meret en un lanzamiento de falta. A continuación, un desvío descuidado y centrado de Rahmani encontró libre a Isaksen, quien, desde casi 30 metros, efectuó un potente disparo que batió con contundencia a Meret. El danés reafirmó así su condición de bestia negra de los azzurri, a los que ya había castigado en la ida en el Maradona con el único gol del partido.
Bien organizado sobre el terreno de juego, el equipo local apostó por la intensidad en el centro. Pero la reacción del Nápoles fue inmediata y, en el minuto 13, tras un mal despeje de Provedel, Raspadori, el más activo de los visitantes, combinó con Lukaku y, nada más entrar en el área, con un zurdazo fulminante, batió al portero rival. Una volea letal que aceleró la intensidad del choque, del que el Taty Castellanos tuvo que retirarse en el minuto 25 con molestias musculares en el muslo.
La segunda parte del primer tiempo se volvió loca. Los locales se vieron obligados a cambiar su estilo de juego debido a los diferentes puntos de referencia en ataque, mientras Raspadori actuaba siempre como tercer mediocentro en la fase de posesión. Zaccagni, capitán de la Lazio, se colaba a menudo por la izquierda, y en el minuto 35 incluso provocó la amonestación de Anguissa, que perdió el balón en la salida por la derecha, desperdiciando una posible oportunidad ofensiva.
El que hizo magia fue Pedro, que consiguió realizar una jugada de tiralíneas cerca de su propia área, zafándose de la presión de dos adversarios. A continuación, en la siguiente acción, un tiro centrado de Rovella fue enviado a córner por Meret. El capitán biancocelesti fue el más inspirado de todos, y desde la izquierda siempre generó algo de peligro. Antes del descanso, en un centro de Tavares desde la banda izquierda, Anguissa evitó el gol de cabeza de Isaksen desde dos metros.
Con la Lazio muy intensa en su presión, el Nápoles tardó en salir de su caparazón al comienzo de la segunda parte. Pero tras una maniobra enrevesada, un disparo de Mazzocchi que acabó en centro puso a Di Lorenzo en posición de volea tras una entrada desde el otro lado. Isaksen tuvo entonces la mejor ocasión de la jornada tras una internada de Tavares, pero el danés rozó el larguero desde una posición inmejorable.
La presión de los biancocelesti fue en aumento y trataron de explotar tanto a Isaksen como a Tavares, ambos con el balón, por los carriles exteriores. Sin embargo, fue por dentro por donde se buscó una salida, pero el disparo de Pedro desde fuera del área pasada la hora de juego se marchó a córner. El que apareció en el área rival fue Raspadori, con un chut que rebotó en Gila y que posteriormente de manera increíble se introdujo en la portería de la Lazio tras tocar en Marusic.
Sacudido por el golpe que supuso el 1-2, el equipo local intentó hacer un cambio introduciendo a Dia por Pedro, además de intentar alimentar con frecuencia a un Isaksen casi imparable. Además, el colegiado anuló un gol de Zaccagni por fuera de juego. Los visitantes, por su parte, se dedicaron sobre todo a contrarrestar los ataques de los adversarios esperando la ocasión propicia para reanudar el juego.
A cinco minutos del final, el técnico azzurro dio entrada a Rafa Marín por un exhausto Mazzocchi, haciendo debutar al español en liga después de seis meses. Quien, sin embargo, encontró el acierto fue otro suplente, Boulaye Dia que, tras sustituir a Pedro, volvió a vestirse de aguafiestas napolitano. Él, que en abril de 2023 había arruinado la fiesta de Maradona por el Scudetto, batió a Meret desde el borde del área con un zurdazo quirúrgico para hacer el 2-2.
Jugador Flashscore del partido: Boulaye Dia (Lazio)