Sí, con una edad poco habitual para un debut en la “Albiceleste”, pero con estadísticas imposibles de ignorar, “Maravilla” pone presión en una posición con fuerte competencia: la de centrodelantero, donde los nombres que militan en Europa parecen tener prioridad.
Los números que ilusionan a Racing… y que llegaron hasta Scaloni
Desde su llegada al conjunto de Avellaneda, Martínez no ha parado de hacer goles. En 63 partidos oficiales, convirtió 40 tantos y aportó 10 asistencias, participando directamente en 50 goles. Una cifra que habla por sí sola.
En la Copa Sudamericana 2024, fue el gran héroe de Racing: goleador del torneo con 10 tantos y pieza clave en la consagración internacional tras vencer a Cruzeiro en la final. Fue, además, el primer título internacional del club en 36 años.
Más allá de su capacidad goleadora, también demostró compromiso y entrega: llegó a jugar partidos con una fisura sin perder efectividad, ganándose la ovación de los hinchas y el respeto del cuerpo técnico.

Un veterano que quiere su lugar entre gigantes
La Selección Argentina tiene una camada de delanteros consolidados en Europa: Lautaro Martínez (Inter), Julián Álvarez (Manchester City), Lucas Beltrán (Fiorentina), Giovani Simeone (Napoli) y Alejo Véliz (Sevilla). Todos jóvenes, con roce internacional y minutos en competiciones top.
Sin embargo, desde el entorno de Lionel Scaloni reconocen que el presente no se negocia. Y la actualidad de Maravilla es imposible de ignorar. ¿Puede un delantero del fútbol local, de 32 años, meterse en una lista repleta de figuras europeas? La historia dice que es difícil, pero no imposible.
La experiencia de Lucas Pratto o el llamado tardío de José Sand en otros ciclos muestran que, cuando el nivel es altísimo, la edad pasa a segundo plano.
El sueño albiceleste de Maravilla
Por ahora, Adrián Martínez sigue enfocado en Racing, donde es ídolo en tiempo récord. Pero en su mirada ya se vislumbra la ilusión de representar a la Argentina. Si mantiene este nivel y sigue marcando diferencias, su oportunidad puede llegar, incluso a contramano de la lógica.
Y sería una historia digna del fútbol argentino: la del goleador veterano que nunca dejó de soñar.