La Nazionale se sube al techo del mundo por segunda vez tras haber logrado el título en 2002, gracias a una generación dorada liderada por Paola Egonu (22 puntos, incluidos tres bloqueos) y al entrenador argentino Julio Velasco.
Después de haber ganado dos títulos mundiales en la década de 1990 con la selección italiana masculina, Velasco, de 73 años, ha llevado a su par femenino a dos medallas de oro consecutivas.
Había llegado al puesto en plena crisis, unos meses antes de los Juegos de París.
Además de estos dos grandes éxitos, ha llenado la vitrina de trofeos con dos Ligas de Naciones.
Italia saca su mejor versión
En el Mundial, tras remontar contra Brasil en semifinales (3-2 después de ir perdiendo 1-0 y luego 2-1), sus jugadoras resistieron el regreso de las otomanas, lideradas por Melissa Vargas (28 puntos, incluidos cuatro saques directos), vigentes campeonas de Europa y que jugaban su primera final mundial.
La Azzurra hizo valer su experiencia en el tie-break, que dominó después de un inicio lento (0-2 y 4-6), en particular gracias a su superioridad en el bloqueo (cinco).
Brasil subió al tercer escalón del podio, como en los Juegos de 2024, al vencer a Japón, también en el desempate (25-12, 25-17, 19-25, 27-29 y 18-16).