"El marco abarca las normas que rigen la indemnización por incumplimiento de contrato, la responsabilidad solidaria, los incentivos por incumplimiento de contrato, los certificados de transferencia internacional y los procedimientos ante el Tribunal del Fútbol", indicó el organismo en un comunicado.
"Su objetivo es crear mayor claridad y estabilidad para los próximos periodos de inscripción, así como mantener las normas universales", prosigue.
Ante la proximidad del inicio del mercado de fichajes de invierno, a principios de enero, la FIFA está ajustando su reglamento sobre traspasos de jugadores, al menos temporalmente, a raíz de una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que en octubre examinó el caso de Lassana Diarra, internacional francés que hace 10 años impugnó las condiciones en las que abandonó el Lokomotiv de Moscú.
Diarra abandonó el club moscovita por una drástica reducción de su salario, pero el club consideró injusta la rescisión y exigió 20 millones de euros, que se redujeron a 10,5 millones.
Como consecuencia, el Charleroi belga decidió no contratar al francés por temor a tener que pagar parte de esa indemnización, de acuerdo con la normativa de la FIFA que estudia el TJUE. El Tribunal dictaminó que esta normativa "podía obstaculizar la libre circulación de los futbolistas profesionales".
El Tribunal consideró que "imponía riesgos jurídicos importantes, riesgos financieros imprevisibles y potencialmente muy elevados e importantes riesgos deportivos a dichos jugadores y a los clubes que desean ficharlos, riesgos que, en su conjunto, pueden obstaculizar la transferencia internacional de jugadores".
Es este punto en particular el que la FIFA ha modificado con carácter de urgencia, pero "tras una fructífera consulta con las principales partes interesadas del fútbol", señala, con el fin de respetar las normas de competencia vigentes en la Unión Europea en particular.