"Como parte de la investigación sobre apuestas, 17 de nuestros jugadores han sido sancionados, por lo que solo nos quedan siete futbolistas disponibles", publicó Agri Spor en sus redes sociales.
El club, con sede en Agri, cerca de la frontera con Irán, compite en el último escalón del fútbol profesional turco.
A principios de noviembre, la federación turca de fútbol (TFF) suspendió a 637 jugadores de cuarta categoría, además de sancionar a 25 futbolistas de la máxima división y a más de 350 de segunda y tercera por el mismo motivo.
La TFF también ha suspendido la competición en la tercera y cuarta categoría durante dos semanas y ha apartado a 149 árbitros por apuestas ilegales.
Agri Spor ha anunciado que recurrirá a su equipo juvenil para poder presentar un once en su próximo partido.
"Nuestro club ha puesto en marcha todos sus recursos legales y deportivos durante este proceso y ha tomado todas las medidas necesarias para que se haga justicia", añadió Agri Spor.
"Seguiremos luchando en cualquier circunstancia"
Muchos de los jugadores sancionados aseguran que apostaron en partidos hace varios años, pero que ya han dejado de hacerlo.
El fiscal general de Estambul, que investiga las acusaciones de amaño de partidos, ha prometido "llegar hasta el final en este caso".
