El exequipo de Matías Almeyda, ahora al frente del Sevilla Fútbol Club, ha incorporado a sus filas a un jugador por el cual se pagaron 63 millones de euros en su momento. Y dicha inversión no la hizo un cualquiera, sino el poderoso Real Madrid, que realizó así una de sus peores inversiones de los últimos años.
Jovic movió dinero desde sus inicios: del Estrella Roja se marchó al Apollon, una operación que precedió a la de su llegada a un Benfica que lo acabó vendiendo al Eintracht por 22,3 'kilos'. Y fue su buen hacer en la Bundesliga lo que llamó la atención del conjunto merengue, que se hizo con el entonces prometedor nueve.
El serbio acabó marchándose del Madrid tras volver como cedido al propio cuadro de Frankfurt, donde recuperó ciertas sensaciones en una segunda vuelta aceptable. Finalmente, el ariete dijo adiós al fútbol español de forma definitiva con un balance de tres goles y seis asistencias, carta de presentación con la que llegó libre a la Fiorentina. Y de ahí, al histórico Milan.
Otra liga más para Luka Jovic
A poco más de dos años para alcanzar la treintena, la realidad actual de Luka es bien distinta: se va a un campeonato menor dentro del Viejo Continente y, además, está por ver si juega en Europa -sería en la Conference League- porque los helenos deben superar antes dos eliminatorias. El primer escollo es el Aris chipriota.

El atacante balcánico, que busca ahora relanzar su carrera, va a coincidir con algunos rostros conocidos en el AEK: el argentino Erik Lamela, el mexicano Orbelín Pineda, el francés Anthony Martial o el aragonés Paulo Fernandes -canterano del Zaragoza que militó en el filial del Manchester City y en el Castellón-.