Silveira es la conductora de un cuadro que pretende quebrar el dominio brasileño y obtener su segundo trofeo en el principal torneo de clubes de Sudamérica, trece años después de aquel inolvidable título en 2012.
Ni siquiera el todopoderoso Corinthians, campeón de las dos últimas ediciones coperas, tiene los números de las albas, que han ganado sus cuatro partidos, no han recibido goles y suman 36 victorias consecutivas en encuentros oficiales.
¿Su última derrota? El 6 de octubre de 2024 ante el Santos de Sao Paulo (1-0) en la fase de grupos de la pasada Libertadores, que se disputó en Paraguay.
En el actual certamen sus dirigidas superaron en fila a Olimpia de Paraguay (2-0), Sao Paulo (1-0) y San Lorenzo de Argentina (1-0) en la primera etapa. Luego despacharon al guaraní Libertad (1-0) el domingo en cuartos de final para inscribirse en sus quintas semifinales, las primeras desde 2017.
En el caminar imperial ha contado con la ayuda de la implacable delantera Mary Valencia, colombiana nacionalizada chilena, autora de cinco dianas.
"Estoy orgullosa de este grupo, por el trabajo de las chicas, la disciplina, el esfuerzo y el sacrificio. Este respeto no se ganó en dos días. Es una construcción desde Chile, desde otras copas, y ahora nos sentimos valoradas por el club, por nuestra gente", dijo la entrenadora tras vencer a Libertad.
Primeros pinos
La DT siguió el duelo de cuartos con una intensidad capaz de contagiar a sus jugadoras, que el miércoles pugnarán con las colombianas de Deportivo Cali por el billete a la final del 18 de octubre.
Nacida en Porto Alegre en julio de 1980, Silveira fue anotada cuando tenía 10 años en una academia de fútbol en la que jugaba con 20 varones. Después de tres temporadas encontró un equipo de mujeres, cuando Internacional abrió la primera 'escolinha' de balompié femenino.
Conocida como Tati, jugó 10 años como mediocampista para el Inter. Aunque dejó el profesionalismo en 2004, continuó en el futsal, al mismo tiempo que comenzó a incursionar como entrenadora en el campo formativo.
"Tenía una exigencia de mi familia: yo podía jugar, pero tenía que estudiar. Entonces, cuando terminé la enseñanza media, me anoté en Educación Física. Todavía no sabía que quería ser entrenadora, pero me gustaban los deportes", contó años después en una entrevista.
Fue designada técnica del equipo principal femenino del Inter en 2017 y llevó a las Gurias Coloradas a ganar el campeonato Gaúcho de esa temporada, pero no le renovaron el contrato a pesar de haber firmado una campaña que incluyó apenas dos derrotas en 40 partidos.
En 2019 fue convocada por Ferroviária, que chocará el miércoles ante Corinthians en la otra semifinal, y llevó a las de Araraquara a obtener el segundo Brasileirão femenino de su historia, además de llegar a la final de la Copa Libertadores, que perdieron por 2-0 frente a las corinthianas.
"No pensamos en récords"
Continuó su carrera en Santos, otro coloso del fútbol femenino sudamericano, y Vasco da Gama, pero el cambio decisivo llegó a mediados de 2023 cuando se mudó a Chile para conducir a Colo Colo, con el que ganó dos títulos nacionales (2023 y 2024).
"Vivimos un momento especial dentro de nuestro grupo. Las chicas se quedaron porque creyeron en el proyecto, porque este es el año del Centenario (de Colo Colo) y eso es lindo, y es increíble meter al club en una semifinal de Copa Libertadores", contó Silveira a periodistas.
En la nación austral, la DT enfrentó el desafío de llevar su metodología fuera de Brasil. Halló también una dirigencia que le permitió generar un proyecto a largo plazo, que encontró pronto el camino del éxito con objetivos cada vez más ambiciosos.
De conquistar la Libertadores, Tatiele no solo pondría fin a seis títulos consecutivos de cuadros brasileños, sino que se convertiría en la segunda mujer en ganar la Libertadores femenina, tras su compatriota Lindsay Camila, campeona con Ferroviária en 2020.
"No pensamos en récords sino en ganar partidos, en mantener el nivel de concentración y de mentalidad, que es difícil", remarcó la DT. "Seguimos peleando, ganando, y valorar esto que es parte de la historia, pero es parte de un proyecto también", agregó la entrenadora.